La expectación que había producido la llegada a Palma de Take Kubo había provocado todo tipo de reacciones: en el aeropuerto, en Son Moix, en la Ciudad Deportiva, en los medios de comunicación, en? definitiva, en todos los sectores y por dos motivos fundamentales, por lo que arrastra el fichaje de un futbolista japonés y por su procedencia: el Real Madrid. Hubo quien pensó que con llegar, ver el campo y saludar a sus compañeros, Take ya sería titular. Otros, y me incluyo, llegamos a pensar que como mucho estaría en el banquillo, y otro, un tercero, tenía las cosas claras. Me refiero al entrenador del Real Mallorca, Vicente Moreno, que en un alarde de respeto profesional a los jugadores que llevan todo el verano trabajando, no ha considerado que el protagonismo del nuevo jugador se antepusiera al trabajo de los que semana a semana se entrenan para ganarse un puesto. Moreno contará con Take Kubo, pero cuando esté a punto para compartir y competir con sus compañeros por un puesto. Respeto profesional, le llamo yo. A todo esto, no me olvido ni del partido ni del resultado. El Mallorca fue impecable en defensa hasta la acción de contraataque del gol de la Real, mientras que Lumor se encontró con el poste y Salva Sevilla con Miquel Àngel Moyà. Primera División, le llamo yo.
