Con todo el sufrimiento que se esperaba, el Mallorca ha solventado con una mínima victoria su compromiso con el Numancia, un rival incómodo donde los haya y que ha corroborado todas sus virtudes y defectos con los que venía precidido. Un gran toque de balón, pero ineficaces ante la portería rival, que les mantiene como uno de los equipos que todavía no conoce la victoria a domicilio. Un gol de Aridai a los siete minutos ha sentenciado un partido feo para el espectador. Un gol que vale su peso en oro porque coloca al equipo de nuevo en zona de play off.
Afrontaba el partido el Mallorca con la ausencia de Salva Sevilla. Su salida del campo en la segunda parte en La Romareda, que coincidió con la caída del equipo, ha abierto durante toda la semana el debate de si el grupo de Moreno tiene salvadependencia. Hoy, independientemente del resultado, se ha visto que sí. Es verdad que el Numancia es el equipo con mayor posesión de la categoría y que, por lo tanto, el protagonismo con la pelota estaba más en duda que nunca. Pero el Mallorca, por el motivo que sea, no ha sido el que nos tiene acostumbrados durante la temporada, un equipo incisivo, intentando tener el dominio del balón y, consecuencuentemente, del juego. El conjunto rojillo ha echado en falta a Salva Sevilla, entre otras cosas porque Dani Rodríguez, supuestamente su sustituto, ni ningún otro jugador de la plantilla, está en condiciones de asumir la responsabilidad del almeriense.
Las cosas no se le han podido poner mejor al Mallorca porque a los siete minutos Aridai ha sido más listo que toda la defensa numantina y se ha adelantado a un gran centro de Lago. La sociedad Aridai-Lago está dando mucho rédito al equipo. Es el tercer gol del canario, que se entiende a las mil maravillas con el africano. De alguna manera, Aridai se ha redimido de su error el pasado fin de semana en Zaragoza, cuando volvió a fallar, como en Oviedo, un mano a mano con el guardameta rival que hubiera supuesto los tres puntos al equipo. Fue la cara para Aridai, que ha visto la cruz a dos minutos del descanso cuando ha pedido el cambio por una rotura fibrilar que le dejará fuera de juego varias semanas.
El Mallorca ha empezado la segunda parte mejor de lo que ha acabado la primera. Con intensidad, sintiéndose dominador y llegando al área del mallorquín Juan Carlos con cierto peligro. Lo malo es que el liderazgo del partido se ha acabado rápido. Porque de nuevo se ha visto un partido feo, tosco, con excesivo centrocampismo. Y demasiadas interrupciones. Como la del árbitro en el minuto 58, que tuvo que ser atendido en la banda por un problema muscular.
Diez minutos después se ha producido la jugada conflictiva del partido cuando Yeboah ha caído en el área ante Valcarce. El árbitro no ha querido saber nada de lo ocurrido, una suerte para el Mallorca porque con otro colegiado la decisión podría haber sido muy diferente. Los minutos se sucedían y nada pasaba en las áreas, la mejor noticia para los locales, que en defensa sufrían más de la cuenta, sobre todo por la banda de Yeboah. Sastre pasó una mala matinal ante el mejor jugador del Numancia.
Al final, con más trabajo que brillantez, el Mallorca ha sumado tres puntos que le permiten acabar la jornada, pase lo que pase esta tarde, en zona de play off, en la sexta plaza, una gran noticia.
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