Al Mallorca le ha cambiado la vida de un año a otro. El 20 de agosto de 2017 el equipo de Vicente Moreno se estrenaba en el pozo de la Segunda B en el Municipal de Peraladapozo de la Segunda B en el Municipal de Peralada, uno de los campos más modestos de la categoría. Mañana, 27 de agosto, 372 días después, el conjunto rojillo lo hará en el majestuoso Wanda Metropolinato, donde el Rayo Majadahonda disputa sus partidos hasta que no finalicen las obras en El Cerro del Espino, su estadio.

El Mallorca conoció a las primeras de cambio lo que le esperaba en la categoría de bronce del fútbol español: campos pequeños, la mayoría de césped artificial, y con poco público en las gradas. El primer partido en tierras gironinas, que finalizó con victoria rojilla por 0-1, tanto marcado por el hoy descartado Bonilla, ha pasado a la historia rojilla por el balón que cayó en la piscina municipal, justo al lado del terreno de juego. Fue el símbolo de un paso por una categoría no profesional a la que de ninguna manera se debe volver.

La historia de mañana será diametralmente opuesta. El escenario es uno de los mejores donde puede jugar cualquier equipo, hasta el punto de que el Wanda Metropolitano acogerá el próximo mes de junio la gran final de la Liga de Campeones, en la que espera estar presente el Atlético de Madrid.

Las diferencias con respecto al Municipal de Peralada son enormes, empezando por la capacidad de espectadores que puede albergar uno y otro. Mientras el campo catalán puede acoger a un máximo de 1.500 espectadores, la mayoría ubicados en la coqueta tribuna cubierta del campo, el estadio del Atlético de Madrid tiene una capacidad de 67.829 espectadores, aunque mañana no se espera una entrada superior a los cinco mil, siendo generosos. Los jugadores del Mallorca no podrán poner como excusa el terreno de juego. Sus 105x68 contrastan con los 103x61 del Peralada.

El Wanda, que ayer acogió el Atlético de Madrid-Rayo Vallecano, fue inaugurado el 16 de septiembre del pasado año con el partido que enfrentaba a los rojiblancos ante el Málaga (1-0), y su coste ascendió a 310 millones de euros. Un estadio idóneo para sumar tres puntos más.