Quibdó es la ciudad con más pobreza de Colombia. El reclutamiento de jóvenes para bandas criminales es el pan de cada día. Allí la violencia se combate con cultura y, en numerosas ocasiones, con fútbol. Anderson Arroyo nació hace ahora 18 años en Quibdó.
Ghana es uno de los países donde más hambre se pasa en África. Al menos el 45% de la población sobrevive con poco más de un euro al día. La mayoría de sus habitantes viven en el campo y tienen granjas de las que se autoabastecen. Idrissu Baba nació en Ghana en 1996.
Arroyo y Baba han sido y son la viva imagen de la ilusión durante los nueve días de concentración del Real Mallorca en tierras andaluzas. "Estoy muy contento de haber podido realizar la pretemporada con el equipo. La oportunidad que me ha dado el míster ha sido muy bonita y la he querido aprovechar al máximo", reconocía el futbolista colombiano pocas horas antes de partir con destino a Mallorca. "Haber podido viajar con ellos ha sido un plus en mi carrera y creo que lo he aprovechado lo mejor que he podido", ratificaba por su parte el ghanés.
El lateral diestro y el centrocampista son dos de los futbolistas más jóvenes del plantel. Arroyo aterrizó en Mallorca el pasado mercado invernal, cedido por el Liverpool al conjunto rojillo. Disputó doce partidos con el filial bermellón la pasada campaña, pero sus aspiraciones están por encima de la Tercera balear: "Si me dan a elegir, prefiero defender los colores de un Segunda B que jugar en Tercera. Ahora mismo mi futuro es incierto. Toca esperar para saber qué decisión toma mi representante con el club, pero ojalá sea la mejor para mí".
Las pretensiones de Baba se asemejan mucho a las de su compañero de plantel. El ghanés jugó la pasada temporada cedido en el Barakaldo de Segunda B, donde se convirtió en una de las piezas clave del equipo. Maheta Molango expresó hace solo unos días su intención de que el jugador siguiera en el equipo. "No he hablado con Maheta y creo que mi representante tampoco. Solo tengo claro que lo que quiero es jugar, no sé sí aquí o fuera, pero lo que quiero es vestirme de corto", reconoce el futbolista africano.
Ambos han compartido habitación durante el 'stage' y durante los nueve días de concentración lo habitual ha sido verles empujar el material que el equipo ha usado durante los entrenamientos y partidos; "cuestión de jerarquías", reconocen. "Nunca tenemos ningún problema en ayudar, es normal que siendo los más jóvenes nos toque a nosotros ayudar con el material", aseguran.
Baba y Arroyo también coinciden en sus preferencias sobre su ídolo en el plantel. Ambos lo tienen claro: "Durante estos días he aprendido mucho de todos, pero la personalidad que más me gusta es la de Salva Sevilla, es muy buena persona y siempre nos trata muy bien".
