No saben nadar y guardar la ropa
Además de otras muchas cosas, este Mallorca no sabe nadar y guardar la ropa. Se adelantó al cuarto de hora y, en una jugada mezcla de rigurosidad e inocencia, a falta de diez minutos les empataron el partido. El UCAM se encontró con un regalo, mitad del árbitro mitad de Company, que echó por tierra un resultado que el Mallorca fue incapaz de ampliar por falta de recursos y también de iniciativa. No es un punto más, son dos menos.
Tres centrales
La gran novedad en la alineación de ayer fue el cambio de sistema. Olaizola sorprendió al salir con tres centrales y dos carrileros, y ni así supo el equipo cerrar atrás en el momento clave ni tampoco percutió por bandas cuando tuvo el balón ante un equipo tan inofensivo como el UCAM Murcia, al que no le hemos ganado en tres partidos y es un rival directo que nos aventaja en tres puntos.
La clasificación arde
La zona baja de la clasificación está de miedo. Bajan cuatro y salvo que alguien se despegue, cosa que no parece, hay siete u ocho candidatos. A saber: Mirandés, Almería, Mallorca, Rayo Vallecano, Nàstic, Córdoba, Alcorcón y UCAM Murcia. Y quedan todavía catorce partidos. Catorce jornadas de locura para sufrir entre todos a partes iguales. ¿A quién le tocará? Todos suman más deméritos que méritos.
