Más le vale a Javier Olaizola regresar de Soria con los tres puntos en el bolsillo si quiere que su discurso y el de su consejero delegado no empiece a quedar en evidencia. Pese a que Los Pajaritos es un estadio siempre complicado para cualquier equipo que lo visita, la clasificación no engaña y el Numancia aparece con un solo punto más que el Mallorca. Por lo tanto, parece una buena oportunidad para sumar una victoria imprescindible para tranquilizar los ánimos.
El partido ante el Almería tiene la disculpa de ser el primero de Olaizola y con apenas tres entrenamientos para prepararlo. Por lo tanto, es justo pasarlo por alto. Pero el de esta tarde ya se afronta con tiempo suficiente para que se vea la propuesta de juego del nuevo técnico. En Almería el equipo empezó valiente, con un once ofensivo, quizá demasiado, porque dejó en evidencia a un centro del campo en el que se echó en falta un jugador de brega junto a los más técnicos Juan Domínguez y Culio. Juan Rodríguez, tal vez.
Habrá que estar muy pendiente del estado
del terreno de juego, en un día que se espera frío y desapacible, y de Julio Álvarez, el exmallorquinista que está especializado en marcar goles a su exequipo. Especialista en los lanzamientos de falta, hará bien el equipo en intentar no cometerlas al borde del área a riesto de encajar un gol casi con toda seguridad. Una victoria sería un importante golpe de moral para un equipo falto de ella y que permitiría recargar pilas para después del parón navideño; una derrota supondría hundirse en la miseria y que se encendieran todas las alarmas a dos jornadas para el final de la primera vuelta del campeonato.
