El Mallorca se enfrenta el domingo a un Numancia de Arrasate, otro técnico que apela a la intensidad, a la testosterona, como única forma de ganar el partido. Parece mentira, pero no estamos hablando de boxeo sino de fútbol, donde seguramente lo importante es que funcione una conjunción de tres cosas que los hombres de Olaizola han de acreditar: Querer, saber y poder.
Sobre lo primero, las evaluaciones van por barrios. Los jugadores dicen que el problema no es la falta de actitud, aunque no lo hayan demostrado en muchos partidos. De lo segundo, la plantilla del Mallorca tiene calidad más que suficiente para deambular en esta Segunda con mejores resultados de los cosechados. Y en cuanto a lo último, el Numancia no es el Madrid ni el Barcelona, sino un equipo que está un punto por encima. La conclusión es clara, si este Mallorca quiere, sabe y debe ganar.
