Solo Brandon merece ser rescatado del naufragio de los Juegos del Mediterráneo. Más enchufado en la primera mitad que en la segunda, el canterano volvió a ser el único bermellón que se elevó por encima de la mediocridad generalizada del Real Mallorca. El canterano lleva algunas jornadas un peldaño por debajo del excelente nivel que ofreció semanas atrás, pero sigue siendo fundamental en un equipo escaso de talento.
Aunque los defensas del Almería le vigilaron muy de cerca, trató de romper la resistencia almeriense con su habitual capacidad de desborde. No jugó tan cerca de la portería contraria como Javier Olaizola hubiera deseado porque le llegaron pocos balones, pero siempre buscó el esférico y, a diferencia de algunos de sus compañeros, no sacó bandera blanca hasta el final.
