Esperemos que por una vez se cumpla el refrán para el Mallorca y consiga su primera victoria de la temporada a la tercera oportunidad. Como ocurre casi siempre en las últimas temporadas, el aficionado acudirá al estadio con la duda de qué equipo verá: si el dubitativo y poco entregado que jugó contra el Reus o el del toque, posesión y dominio del Ramón de Carranza. Posiblemente ni una cosa ni la otra porque el Oviedo es bastante más que el equipo catalán y andaluz. Habrá que estar atento a las acciones de ataque del conjunto de Fernando Hierro y más atinado en las jugadas ofensivas que en los dos partidos precedentes. La defensa parece la línea más endeble de los asturianos, y hay que aprovecharlo.
Durante todo el verano los jugadores se han llenado la boca recordando la importancia de empezar bien el campeonato para engancharse a los equipos de arriba. Toca ganar para seguir alimentando esta ilusión. Ya fuera de la plantilla Colunga, Vázquez empezará a calibrar desde hoy mismo si las opciones que tiene en ataque le bastarán para cumplir con las expectativas que se ha creado. Toda la responsabilidad recae en Óscar Díaz y Brandon, y en menor medida en un Lekic que espera su oportunidad y un Dalmau con más opciones que hace cuatro días. El Mallorca necesita los tres puntos para calmar unos ánimos más que caldeados por parte de una afición que no está dispuesta a aguantar otro año de pesadilla.
