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LaLiga 123

Un tiki-taka inofensivo

El Mallorca con más toque e iniciativa de los últimos tiempos fue un equipo sin mordiente en ataque

Juan Rodríguez controla el esférico el domingo por la noche en el Carranza.

El Ramón de Carranza acogió la noche del domingo al Real Mallorca con más posesión de los últimos tiempos. Sin embargo, toque no fue sinónimo de peligro en el área del Cádiz. Los bermellones fueron claramente protagonistas, quisieron la iniciativa y en la primera parte exhibieron incluso un buen trato a la pelota. Aunque nada de eso se tradujo en ocasiones claras de gol. Solo Óscar Díaz vio portería en el único disparo de los rojillos entre los tres palos en noventa minutos.

Fernando Vázquez tiene futbolistas en el centro del campo que saben hacer circular el esférico. Y el Cádiz un manual que le aconseja resguardarse atrás y esperar una contra. Así que el guión del partido estaba escrito con antelación. El Mallorca terminó el choque con un 65 por ciento de posesión, mientras que el grupo de Álvaro Cervera se conformó con el 35 por ciento restante. Una estadística muy desigual que sin embargo no se tradujo en mayor mordiente ofensiva por parte del bloque bermellón. Al final los dos equipos marcaron el mismo número de goles.

Fue algo insólito ver al bloque de Fernando Vázquez jugando con posesiones tan largas y administrando el esférico con tanta claridad en varias fases del encuentro. El técnico gallego siempre ha creído más en ejercer una presión adelantada, permanecer bien anclado en el terreno de juego y especular con el marcador. Así fue en la segunda vuelta de la pasada temporada, pero puede que este curso la filosofía sea diferente.

Juan Domínguez y Culio son futbolistas de posesión, buenos elaboradores e inteligentes a la hora de asociarse con otros compañeros. También Juan Rodríguez es un buen 'pelotero', aunque en la banda derecha pierde algunas prestaciones. Lago y Brandon, más adelantados, invitan a combinar e inventar.

Está por ver si Vázquez acabará de adaptar su filosofía a los futbolistas que tiene y el Mallorca será definitivamente un equipo protagonista. El problema ahora, sin embargo, es que ni con la posesión de su parte los bermellones son capaces de sacar el colmillo en los últimos metros.

Una defensa bien armada como la del Cádiz desactivó todos los intentos del Mallorca a cierta distancia del meta Cifuentes. Y cuando algún rojillo lograba descargar un disparo, lo hacía lejos o demasiado forzado.

Solo Óscar Díaz logró encuadrar la pelota en la red del Cádiz cuando le cayó el esférico casi en el punto de penalti. El madrileño disparó con el alma e inauguró su casillero como mallorquinista. Minutos después Lekic tuvo el tanto de la victoria, pero tardó un mundo en disparar y Aridane se le echó encima.

Muy poco bagaje para un Mallorca que al menos esta vez sí quiso ser dominador.

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