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Opinión

La segunda mejor opción

Bigoleador, sin nombrarlo.

El pasado miércoles hablé largo y tendido con la persona que mejor conoce y ama al Real Mallorca. No se andaba por las ramas:

-Descender a Segunda B es lo mejor que nos puede ocurrir.

El tótem contemplaba el hundimiento como un requisito indispensable para la regeneración. Tocar el fondo serviría de catarsis para catapultarse a una Primera División a la que nos habituamos demasiado fácilmente. Mi veterano interlocutor sabía que la identidad del club no peligra. Guiándonos por su diagnóstico, la salvación era la Segunda mejor opción. En el cómputo de una existencia humana, llegar segundo no es el peor plan B, perdón por utilizar la mayúscula fatídica.

En cuanto al resto, mi interlocutor del miércoles también fue categórico:

-No conozco el nombre de ningún jugador.

Estamos hablando del equipo donde Etoo se convirtió en un goleador de otra galaxia, donde florecieron Tristán y Valerón, donde Engonga se reconstruyó como internacional indiscutible. Con una portería blindada sucesivamente por los mejores porteros del mundo en su momento, Ezaki Badou y Roa. Por no hablar de Cúper, antes mago que entrenador. Y cada noche me arrodillo todavía frente a una foto de Stankovic.

Los herederos desconocidos de los monstruos citados se hallaban a las ocho y media de la tarde de ayer en Segunda División B. Por primera vez en un tercio de siglo. Habían puesto todo su empeño en lograr el descenso, nadie puede negar que la categoría de bronce les pertenecía. Debe quedar claro que hoy siguen mereciendo la humillación que tenían acreditada. Simplemente, decretaron una tregua de dos horas en su pulsión suicida.

No esperen de este artículo ni una pizca de agradecimiento a ningún miembro de la plantilla, incluido el entrenador milenario del centenario. Ni siquiera pienso degradarme a insultarles. Cuanto antes desaparezcan del escenario, mejor para el club. Se ha abusado de la disculpa de los atractivos nocturnos del Paseo Marítimo. Sin embargo, las sirenas noctámbulas también existían cuando desvelé el Drink Team de Iván Campo, un fenómeno en el campo que me llamó para recordarme amenazador que cobraba mucho más dinero que yo. Como solitaria muestra de respeto, adjuntamos la foto del bigoleador de anoche, pero omitimos su nombre en sintonía con el anonimato que la plantilla ha perpetrado con ahínco.

No busque en estas líneas un solo comentario sobre el presunto partido Valladolid-Mallorca. Los equipos participantes suman seis entrenadores esta temporada. Con esta ruleta en el banquillo, analizar técnicamente un choque entre ambos incurre en fútbol-ficción, salvo que todo el fútbol es una ficción. Los supuestos maletines para los vallisoletanos fueron tan inútiles como si se hubieran invertido en el Palma Arena.

Siempre positivos como exigía Van Gaal, admitimos a regañadientes que al Mallorca no lo han salvado, se ha salvado en el último suspiro. Y si le gusta vivir engañado, el club ha protagonizado dos ascensos en una semana. Hace siete días subía de Tercera a Segunda B, anoche ascendió de Segunda B a Segunda. Queda aplazado el compromiso del copropietario Andy Kohlberg, "el proyecto seguirá en Segunda B". No hay proyectos en el infierno, mis finanzas son más complicadas que un equipo de esa categoría.

Los supervivientes de Birmingham estamos autorizados a concluir que el Centenario ha sido contraproducente, una presión excesiva para un equipo que bastante trabajo tenía para saltar al campo con la vestimenta correctamente abrochada. En el artículo de presentación de la Liga 2015-16, titulábamos que "El Mallorca no descenderá". Era un chiste, aunque ahora tiene maldita la gracia. Estoy acostumbrado a que la realidad desmienta mis predicciones, pero por una vez no me equivoqué. El Mallorca no ha descendido, pero se ha mostrado digno de Segunda B. Se ha salvado aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.

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