Dicen que las comparaciones son odiosas, y más si las hacemos en los hombres de ataque del Mallorca de antes y después del mercado de invierno. Sin invertir mucho dinero en jugadores que tampoco son primeras estrellas, el equipo ha dado un salto cualitativo en la clasificación coincidiendo con la llegada de Vázquez y los refuerzos. En pocas semanas, Ortuño, Lago y Colunga ya suman más goles entre los tres, seis, que el trío formado por Bianchi, uno -suplente en el Perugia-, Coro, también uno, y Acuña, suplente y todavía sin estrenarse. Es verdad que el rendimiento de los refuerzos está siendo bastante irregular, por diferentes motivos, pero aún así, han demostrado que lo que se había fichado no pasaba de mediocre cuando se vendió todo lo contrario.
El equipo sigue jugando a muy poca cosa, pero para la propuesta de Vázquez, los refuerzos de ataque están dando resultado. Lo ocurrido esta temporada debe servir de lección para la siguiente. El dinero ya no servirá de excusa para conformar un equipo que realmente aspire al ascenso.