El dinero ya está en el terreno de juego, por lo que es ahora cuando se inaugura de verdad la ´era Sarver´. Después de las arriesgadas contrataciones de Colunga y Pol Roigé, Maheta Molango ha fichado al fin a tres futbolistas que combinan prestigio y rendimiento inmediato: Ortuño, Lago y Salomao. No podía ser de otra manera porque el mercado de invierno exige incorporar a titulares, sobre todo cuando las cosas se hicieron tan mal en verano. Falta el remate, la guinda de este apresurado intento por enmendar los errores cometidos en el pasado. El consejero delegado apura las últimas horas para fichar manteniendo varios frentes abiertos. Piensa en obrar el milagro de pelear el ´play-off´ este curso, pero también en poner las piedras del próximo.
Puertas giratorias
Desde que Molango tomó posesión de su despacho -el de Miquel Àngel Nadal, para ser más precisos- el consejero delegado asumió personalmente el mando de las negociaciones y encajó varias negativas. Hoy espera quitarse alguna de las espinas que tiene clavadas. También podrían formalizarse más bajas. Se está construyendo un Mallorca más competitivo y dirigido por un pragmático que no pretende jugar como el Barça. Tantos cambios han resultado excesivos para futbolistas como Javi Ros o Moutinho, que han preferido abandonar el barco. Otro que lo ha hecho ha sido Fofo, pero en este caso se trataba de una salida deseada por el club. El futbolista, al que Nadal fichó en el verano de 2014 y apuntaló en el de 2015 contra el criterio de Utz Claassen, jugará en la Llagostera.
La revolución que está por venir
Molango tiene previsto explicar su proyecto deportivo esta semana, cuando se haya extinguido el ruido generado por el mercado de fichajes. El consejero delegado quiere formar una extensa red de ojeadores comandados por Gabi Vidal, levantar en Son Bibiloni una Academia de fútbol e incluso crear un ´estilo Mallorca´, una filosofía de juego que identifique al conjunto bermellón desde las categorías inferiores al primer equipo. Este enero frenético ha guardado las apariencias con Nadal, e incluso le ha dedicado algún piropo públicamente. Sin embargo, se ha apoyado en sus hombres de confianza. Y el manacorí no es uno de ellos.
Qué pelmazos
A veces el fútbol resulta muy indigesto. El esperpento que está montando Neymar en colaboración con ese periodismo fanático tan arraigado en Madrid y Barcelona no tiene pinta de acabar pronto. El jugador brasileño y su padre se dejan querer por el Real Madrid para meterle al Barça un sablazo de los que harán historia a cuenta de su renovación. Es una estrategia tan antigua como mezquina, pero disfrutan de la inestimable complicidad de todos esos forofos que llenan tertulias, periódicos y programas de radio y televisión.
El tenista desmoralizador
Ya lo dijo Rafel Nadal el pasado noviembre: "Djokovic es casi invencible". El serbio, que se adjudicó el Abierto de Australia tras superar a un frustrado Murray, provoca en sus rivales la misma sensación de impotencia que el mallorquín generaba en su mejor época. Medirse a Nadal, especialmente sobre tierra, era un mal trago que había que cumplimentar lo más dignamente posible. Ya hace tiempo que nadie tose a Djokovic. Mientras, el manacorí sigue tratando de desentrañar el misterio de su declive.
25 challenges
La Challenge ha cumplido nada menos que un cuarto de siglo disfrutando de muy buena salud. Hay que felicitar a los organizadores de una prueba ciclista que complementa y da lustre al calendario deportivo de Mallorca.
