Maheta Molango ya tiene a un entrenador que encaja con sus esquemas mentales. El consejero delegado entiende el fútbol como una batalla campal en la que gana el más fuerte, pragmático y sacrificado, no el que tiene más tiempo la pelota. Le costó dos semanas atreverse a relevar a Pepe Gálvez -por el que siente un sincero afecto- y presentar a Fernando Vázquez. El gallego es un técnico de la vieja escuela más inclinado al orden defensivo que a la posesión, y convencido de que es más importante incomodar al rival que gustarse a sí mismo. Al nuevo preparador también le gustan más los guerreros que los artistas, aunque ha heredado una plantilla en la que escasean los unos y los otros. Ha empezado un cambio de entrenador y de filosofía.
Otro manual
Adoptar una idea de juego y convertirla en un signo de identidad no es un tema menor. Serra Ferrer dio un bandazo considerable sustituyendo a Michael Laudrup por Joaquín Caparrós, pero una vez consumado el descenso volvió a entregar al equipo a técnicos de la ´Escuela Barça´. Utz Claassen persistió en el error cuando dio el volante a Miquel Soler y esta temporada a Albert Ferrer. Siempre con la aquiescencia de Miquel Àngel Nadal, un superviviente al que resulta muy complicado descubrirle algún acierto. Vázquez supone un necesario regreso al pragmatismo porque ya solo vale una filosofía: ganar como sea. Y el Alcorcón es el primer rival que la ha sufrido.
En manos de Molango
Finalizado el partido la pelota volvió al tejado de Molango, que afronta los últimos días de mercado para contratar a un delantero que marque una docena de goles de aquí al final de temporada. El desafío es colosal y el margen de error inexistente porque el cupo de disparates se agotó durante la planificación veraniega. El problema es que a mitad de temporada los buenos futbolistas anteponen los objetivos al dinero, lo que reduce considerablemente el campo de acción del consejero delegado. Adjuntar al contrato una calculadora para contar los puntos que faltan para sellar la permanencia disuade a cualquier jugador con aspiraciones de embarcarse en el proyecto. Molango tendrá que echar mano de sus mejores dotes de persuasión.
Cuestión de autoridad
Cuando un equipo defrauda invariablemente le cuesta la cabeza al entrenador. Es comprensible la destitución de Ángel Cepeda como técnico del Palma Air Europa porque no le estaba sacando el jugo a una plantilla con mucho más potencial del que está demostrando. Le ha relevado Xavi Sastre, que ha bajado al barro después de dos años para ponerse al volante de su creación. El director deportivo diseñó un equipo destinado a volar muy alto que de momento no carbura. Seguro que había mejores candidatos, pero al menos Sastre tendrá en el vestuario la autoridad que no tuvo Cepeda.
¿Igualdad?
El campeonato de Balears de cross de veteranos que se celebró el sábado en Cala Agulla contemplaba hasta ocho categorías masculinas y solo una femenina. Una patada a la igualdad de género en el deporte, más dolorosa si cabe porque la prueba contaba con el amparo del Consell de Mallorca. Al final hubo multitud de premios para los hombres, mientras que solo tres mujeres pudieron colgarse una medalla.
Otro nadal
Rafel Nadal es todo perseverancia, pero sigue estando lejos del nivel deseable para plantar cara en las grandes citas. Caer a la primera en Australia presagia una temporada errática para el mallorquín, que tendrá momentos de buen tenis pero a años luz de la excelencia que demostró en el pasado.
