Las oportunidades se le están agotando al italiano, que sigue sin ser el delantero que marque las diferencias en el Mallorca. Frente al Girona volvió a estar negado, aunque bien es cierto que tampoco recibió tantos balones en condiciones para hacer daño. Eso sí, en el minuto sesenta y nueve quedó retratado. En una ocasión en la que podría haber controlado y haber avanzado unos metros para rematar mejor o incluso apoyarse en algún compañero, decidió quitarse el balón de encima con un inoperante tiro que blocó Becerra sin problemas. La ansiedad para un futbolista que apenas ha anotado dos goles en lo que se lleva de curso está sobre la mesa. La diferencia es que el cariño que le ha mostrado la afición desde el primer día se convirtió en abucheos. El punta fue pitado por un amplio sector en la segunda parte tras alguna acción y, sobre todo, cuando fue sustituido por Fofo.
Oferta Flash
Suscríbete a Diario de Mallorca durante nueve meses por tan solo 9,99 euros
La cruz