"Estoy convencido de que el Mallorca remontará en la clasificación. Es cuestión de tiempo que estemos arriba. Pero esto son palabras y hay que ratificarlas con puntos, sobre todo porque si ganas sales de la zona de descenso", dijo ayer un esperanzado Albert Ferrer a pocas horas de afrontar el trascendental partido frente al Almería que debe servir para ratificar la buena senda en la que ha entrado el equipo.

Como es habitual cuando los resultados acompañan, Ferrer no tiene previsto realizar muchos cambios con respecto al equipo que empató a dos goles contra el Mirandés. "No pienso en hacer muchos cambios, llevamos dos o tres partidos muy buenos. Ya he dicho que cuando las cosas funcionan no hay que tocarlas mucho. Lo importante es que los jugadores que entran desde el banquillo están sumando mucho", concluyó.

Así, es muy probable que el único cambio sea la entrada de Brandon, uno de los jugadores favoritos del técnico por todo lo que aporta. Si así fuera, lo más probable es que el perjudicado sea Arana. La otra gran duda es quién ocupará la banda derecha, si Campabadal, por lo que en este caso Company seguiría en el lateral; o Pereira, por lo que Campabadal sería zaguero y relegaría al banquillo al de Maria de la Salut. El resto, tanto la defensa como el centro del campo es inamovible "porque funciona", en palabras del entrenador mallorquinista.

Ferrer basó su optimismo porque, según él, están "en la línea buena, no podemos pararnos aquí porque ya dije que este equipo le podía ganar a cualquiera de la categoría". En caso de ganar al Almería, el Mallorca conseguiría abandonar la zona de descenso. "Llevamos tres partidos seguidos puntuando y tenemos que seguir así", dijo, en referencia a los empates en Oviedo y Miranda de Ebro y la mínima victoria ante la Llagostera.

Cambio de entrenador

El hecho de que el Almería se presente con un nuevo entrenador, Joan Carrillo por Sergi Barjuan, inquieta a Ferrer. "No sabemos qué tipo de trabajo ha hecho. Cuando viene un entrenador nuevo los jugadores siempre quieren demostrar más, eso les puede favorecer, pero nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo y pensar en nosotros".

En este sentido destacó las cualidades del conjunto andaluz. "Es un equipo muy potente, de hecho creo que es una de las mejores plantillas de la categoría. Tiene jugadores muy buenos, con mucha calidad individual. No podemos caer en la tentación de pensar que el partido contra el Almería será fácil porque juega muy bien al fútbol y tienen experiencia", explicó el técnico mallorquinista.

Respecto a la mejora experimentada por su equipo en los tres últimos partidos, el entrenador reconoció que ha costado coger el ritmo pero que, tras cambios y pruebas, "parece que hemos encontrado la fórmula para que el equipo se sienta cómodo". En total, nueve jornadas, una mejoría que, de momento, no ha servido para abandonar las plazas de descenso. "Es cuestión de tiempo que el Mallorca esté arriba", dijo, convencido. Cinco puntos de los últimos nueve parece poca renta para ver de cerca a los equipos que luchan por las plazas de promoción de ascenso. De ahí la importancia del partido ante el conjunto andaluz. Una victoria certificaría la mejoría mientras que un empate, y no digamos una derrota, supondría todo un palo en las aspiraciones del equipo, al que le falta una racha de dos o tres victorias para demostrar que su reacción va en serio.

El espejo en el que mirarse es el Zaragoza. Hace un mes estaba en las últimas posiciones. Cuatro partidos después, con tres victorias y un empate, ocupa la tercera plaza, a cuatro puntos de Osasuna y Córdoba, que han empezado con fuerza esta temporada. El equipo afronta una parte del campeonato ante equipos aspirantes a cosas importantes, por lo que debe empezar con buen pie para dejar de tener el agua al cuello.