En Segunda División las diferencias son tan exíguas que los recién ascendidos, y el Gimnàstic es uno de ellos, apenas pagan la novatada y se integran rápidamente en la idiosincrasia de la categoría. El de Tarragona es un proyecto nuevo basado en el sentido común. En un pasado aún no muy lejano, menos de diez años, pagó las consecuencias de la deconstrucción de un ascenso sin estructura y tuvo que regresar a la mina para reinventarse a partir de cero. Lección aprendida. El desarrollo del calendario marcará su objetivo que, en principio y desde la distancia, pasa por competir como el que más sin entrar en la quiniela de los favoritos, pero tampoco sin pasar apuros. Su fichaje estrella, Achille Emana, le ha dado equilibrio de medio campo hacia arriba, después de andar perdido en el fútbol árabe y mexicano.
Si el enemigo siempre es un problema, Ferrer ha de encontrar la solución a otro: la baja de Brandon. Si con él el Mallorca ha estado reñido con el gol, su ausencia obliga a pensar en un planteamiento conservador para el que, aunque sea por acumulación de hombres y un portero felino, parece más preparado. Además el anfitrión tampoco puede presumir de un gran poder realizador. Puestos a visualizar desde la víspera, como le gustaba a Gregorio Manzano, espero un choque trabado, poco vistoso, apto para fajadores y no tanto para tomar iniciativas.