Claassen y Nadal no pudieron disimular una media sonrisa cuando en la presentación de Aveldaño se le preguntó al central si era consciente de que la defensa del Mallorca en las tres últimas temporadas había sido "un desastre". Tanto el presidente como el director deportivo aciertan cuando le conceden una especial importancia a la defensa. No se pueden equivocar y, con toda la prudencia en estos casos, parece que el 'Pela' es justo lo que se necesitaba. Un jefe en la zaga, un compañero al que respetar dentro y fuera del césped, es vital en un vestuario tan joven. Pero que la retaguardia funcione no solo dependerá de él. El Centenario no se merece más desastres.
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Análisis