Utz Claassen envió ayer un contundente mensaje a la plantilla. "Si bajamos sentiremos vergüenza para siempre", les dijo a los jugadores, mirándoles a la cara, durante la reunión que mantuvieron ayer en el vestuario con la notable ausencia del entrenador Miquel Soler. El propietario del Mallorca, acompañado por su esposa y accionista Anette Claassen y por el director deportivo Miquel Àngel Nadal, que fue el que tuvo la iniciativa, recordó a los futbolistas la importancia que tiene firmar la permanencia en la Liga Adelante para la supervivencia del club.
El alemán pronunció un discurso, que se prolongó unos cuarenta minutos, centrado en motivar y exigir a los futbolistas que eleven sustancialmente su nivel a partir de este sábado en el duelo ante el Numancia. "Creo en la calidad individual de cada uno de vosotros, sé que sois buenas personas, pero los resultados son insuficientes. Y esto no va a ser solo por mala suerte", reflexionó en voz alta ante el silencio absoluto de la plantilla, que estaba preparada para salir a trabajar cuando el presidente requirió su atención. De hecho, el técnico Soler y todos sus ayudantes estuvieron durante todo ese tiempo en el césped esperando a que finalizara el encuentro a unos doscientos metros.
Claassen no dudó a la hora de recordar la implicación de toda su familia en el proyecto del Mallorca, incluida su hija de nueve años, desde que compró su primer diez por ciento de acciones en noviembre de 2010. Casi cinco años después su peso en el seno de la entidad ha aumentado considerablemente hasta el punto de convertirse en el dueño, por lo que reclama la misma implicación a los que salen a defender el escudo en el campo. El germano les animó a que demostraran, a pesar de las críticas, que tiene razón cuando públicamente demuestra su fe en la calidad y compromiso de este equipo. "Estar en Segunda depende de vosotros, yo ya he hecho mi esfuerzo, ahora os toca a vosotros", subrayó.
La arenga de Claassen fue respondida por un fuerte aplauso por los futbolistas, que asumen que deben mejorar para certificar la salvación. "Ha venido a darnos un mensaje de apoyo y de ánimo", comentó ante los micrófonos Saborit, que no quiso dar más detalles del encuentro. "Lo que se habla en el vestuario se queda allí", dijo con una sonrisa. Además, no quiso dar importancia a la ausencia de Soler. "Supongo que lo que nos ha dicho a nosotros lo ha hablado antes con el entrenador. Entiendo que ha venido la mujer, que también es propietaria, para hacerlo más familiar y para mostrarnos el apoyo de todo el club", añadió el lateral izquierdo. La nefasta racha que acumulan los bermellones, con apenas cinco puntos de los últimos veintisiete en juego, no invitan a la confianza en esta recta final de la temporada. La derrota ante el Betis del pasado domingo ha estrechado el margen a apenas cuatro puntos cuando restan cinco partidos para el final, una ventaja que deja con la mosca detrás de la oreja a cualquiera. Y Claassen ha evidenciado que quería asegurarse de que los futbolistas están mentalizados de la importancia que supone la permanencia.
