El Racing de Santander es un club a las puertas de su liquidación, fruto de una división interna que acabó dejándolo en manos de un inversionista sin escrúpulos que lo dejó en la ruina. Viejos racinguistas, encabezados por su exjugador Javier Sañudo, han intentado reflotar a este clásico del fútbol español sin capacidad para afrontar sus numerosas deudas. Sin dinero para fichar y, ya no digamos, pagar las nóminas a sus jugadores, Munitis y el exmallorquinista Colsa han tomado el mando del vestuario para salvar los muebles de un equipo que, en caso de descender, acelerará su proceso terminal. Pero ni la permanencia garantiza su salvación.
Sin embargo, ¡cuidado! Es la quinta mejor defensa de la categoría como visitante. Se ha visto castigado por su ineficacia realizadora, lo que da una cierta tranquilidad a la zaga local que volverá a contar con el estandarte de Pedro Bigas.
En pura teoría los cántabros tienen que caer en Son Moix. Pese a la prudencia que impone la igualdad de la categoría en trance de aventurar pronósticos, sería suicida temer al vicecolista y sus penosas circunstancias. Miquel Soler está en situación no solamente de salvar su pellejo, si realmente peligra, sino de detener la catarata de críticas que le afectan a él y al equipo.
Optará por retomar el bloque con el que sumó un empate y tres victorias consecutivas. Es decir con Arana y sin Marco Asensio. O no. El Nanu es, a veces, una caja de sorpresas incluso cuando trata de explicar lo incomprensible.
Particularmente me sorprendería un desenlace desfavorable, entendiendo como tal incluso una equis. sobre todo, me preocuparía muchísimo. Esta vez de verdad.
