Pedro Bigas vuelve justo cuando más le necesita el Mallorca. El central se ha recuperado de sus problemas musculares que le han impedido jugar en Sabadell y Lugo y hoy será titular frente al Racing de Santander. Además, no será un partido más para el de Costa de la Calma ya que, a sus 24 años, va a disputar su encuentro número cien como futbolista del primer equipo bermellón, entre Primera -40-, Segunda -51- y Copa del Rey -8-. El ahora director deportivo, Miquel Àngel Nadal, le dio la oportunidad de su vida el 21 de septiembre de 2011 en el entonces llamado Reyno de Navarra en un duelo frente a Osasuna (1-1). Las lesiones de Cáceres y Kevin le abrieron las puertas del primer equipo como lateral izquierdo, aunque después de la marcha del manacorí, que había sido el técnico interino, ya se quedó con los mayores con Joaquín Caparrós como responsable. Bigas, que desde las categorías inferiores destacó por su polivalencia, ha actuado también como mediocentro y hasta de mediapunta, pero el puesto en el que se ha asentado ha sido el de central y, en menor medida, de lateral izquierdo.
Esta emblemática cifra, no obstante, puede que no se incremente mucho más para el canterano, que queda libre en junio, porque tiene grandes posibilidades de regresar a la elite la próxima temporada en las filas de otro club. Más allá de ello, la mejor noticia para el mallorquinismo es que hoy podrá jugar ante los cántabros. Así lo dicta la estadística, que explica que de los quince encuentros que se ha perdido por distintas lesiones o sanciones, el Mallorca solo ha sido capaz de ganar uno -ante el Barcelona B en el Mini Estadi (2-4)-. Los rojillos han perdido diez encuentros y han empatado cuatro con el calvianer en la grada o en el sofá viendo a sus compañeros por televisión.
Bigas, indiscutible tanto para Karpin como para Soler, es de los que juega al límite, de los que se aprovecha de sus extraordinarias condiciones físicas ante los rivales, aunque eso también tiene sus consecuencias porque se ha lesionado más de lo esperado, como ya le sucedió en Valladolid, en la primera jornada, al sufrir un esguince grave en la rodilla izquierda, en Las Palmas el 31 de enero o ante la Llagostera, hace hoy tres semanas. Su presencia aporta más seguridad y solidez a un equipo que no va sobrado de ella. Ni mucho menos. Y esta tarde es una gran ocasión por volver a demostrarlo ante los suyos.
