Un Barcelona B falto de ideas perdió hoy su condición de invicto en el Miniestadi, al caer derrotado por 0-1 ante un Mallorca muy inteligente tácticamente que, en la primera mitad, pudo haber sentenciado el partido a la contra.

Un solitario gol de Víctor Casadesús (min.58) dio la segunda victoria consecutiva en la Liga -la primera a domicilio- al equipo de Jose Luis Oltra, quien planteó una telaraña defensiva en el medio campo que dejó sin ideas a los jóvenes jugadores del equipo catalán. Empezó el filial azulgrana fiel a su estilo de toque, posesiones largas y presión alta tras pérdida del balón, con un omnipresente Sergi Samper, que, ante la poca movilidad de los hombres de ataque, le costó imprimir profundidad en el juego.

Consciente de que no podría discutirle el balón a su rival, Oltra planteó un encuentro eficaz tácticamente, con las líneas muy juntas y todos sus hombres defendiendo en campo propio. Su objetivo no era otro que robar el balón a los finos estilistas de 'La Masia' y, aprovechando las rapidez de Gerard y Casadesús, buscar el gol al contraataque.

Sus jugadores lo interpretaron a la perfección, pero el gol no llegó, y no fue por falta de ocasiones, después de que en los primeros 45 minutos los mallorquinistas demostraron tener la pólvora mojada, al desperdiciar hasta cinco claras ocasiones para anotar el primer gol de la tarde.

La más clara fue de Gerard, quien incomprensiblemente desperdició en el interior del área una asistencia de la muerte de Casadesús, después de robarle la cartera a un despistado Planas.

También estuvieron a punto de cantar gol Ximo y Nsué. El primero envió el balón demasiado cruzado cuando se quedaba sólo ante Masip tras aprovechar un pase largo de Iñigo Martínez, mientras que el ecuatoguineano se topó con el pie de un atento Masip, que salió hasta el punto de penalti para atajar su disparo.

En la reanudación, el Barcelona B empezó con más seguridad en la posesión del balón con la misión de conectar con Denis Suárez y Espinosa, sus hombres más talentosos. Precisamente una combinación entre el manchego y el gallego a punto estuvo de servir para que Joan Román estrenara el casillero. El de reus, sin embargo, no estuvo certero y su disparo, desde el punto de penalti, fue demasiado cruzado.

Cuando parecía que los catalanes tenían el partido controlado, un robo de Gerard en la banda izquierda dejó descolocada a la defensa azulgrana que no pudo neutralizar el preciso desmarque de Casadesús, quien, tras recibir en la frontal, batió a Masip con un disparo raso y ajustado al poste izquierdo (0-1).

El gol merecido del Mallorca sirvió de revulsivo para despertar al filial azulgrana que, bajo la batuta de Denis Suárez, empezó a llegar, con más voluntad que peligro, a la portería de Miño. El portero exazulgrana sólo tuvo que emplearse a fondo con un disparo de fuera del área de Illie.