La goleada de la pasada semana contra el Villarreal había creado muchas expectativas entre el mallorquinismo. Parecía que, ahora sí, podían encadenarse tras muchos meses de sequía dos victorias consecutivas. No ocurrió porque el equipo de Caparrós jugó en Anoeta más pendiente de no encajar que de mirar a la portería contraria. Cuando Agirretxe marcó el único tanto del partido, el Mallorca tuvo poco margen para intentar rescatar un punto. Sólo un chut de Víctor pudo hacerlo realidad. No se disparó entre los tres palos y de esta manera la victoria se antojaba complicada. Muy poco necesitó la Real Sociedad para derrotar a los mallorquinistas. Le bastó esperar a que su delantero centro ajustara el punto de mira, tras algunos remates fallidos, en una jugada bien trenzada del ataque vasco por la banda de Martí Crespí. Cuesta destacar algún jugador isleño en el partido de ayer. El gris fue el color predominante entre los mallorquinistas. Los cambios tampoco funcionaron, porque Ogunjimi y Alfaro fueron incapaces de crear algo de juego. Con razón están en el banquillo. La noticia positiva, por reseñar algo, es que sigue habiendo hueco con la zona de descenso, ahora a cuatro puntos. Así que toca mantener las distancias con la parte peligrosa de la clasificación a costa de un Osasuna que visita Son Moix el próximo fin de semana.