Ayer se llevó a cabo el primer día de paro en el reparto de mercancías en el centro de Sóller como protesta contra el Ayuntamiento por haber suprimido la zona de carga y descarga de la plaza de la Constitución. Si bien es cierto que el flujo de camiones fue algo inferior que en otras jornadas, los transportistas que utilizaron las zonas habilitadas como alternativa lo hicieron con plena normalidad.
Los transportistas protestan por la supresión de la zona de mercancías que hasta hace poco se ubicaba frente a la parroquia. El Ayuntamiento alegó razones de seguridad y para evitar el progresivo deterioro del histórico pavimento que hay frente al templo parroquial modernista para suprimirlo y crear tres espacios alternativos en los alrededores.
El presidente de la patronal de los transportistas, Ezequiel Horrach, aseguró que la medida «no es un pulso contra el Ayuntamiento» y afirmó que la protesta «viene a denunciar el problema en materia de prevención de riesgos laborales y salud de los camioneros». Aseguró que el Ayuntamiento se ha negado a negociar su última propuesta y reclamó una «solución» para acabar un problema que «en varios días dejará el centro de Sóller sin suministros». Señaló que el parón en la distribución afectará principalmente a los establecimientos de ocio ya que «el pequeño repartidor seguirá haciendo su trabajo».
Por su parte, el alcalde Carlos Simarro aseguró que el Ayuntamiento mantendrá los cambios aplicados hace unas semanas y apuntó que el Consistorio no prevé hacer marcha atrás, recordando que «se han creado tres espacios alternativos para hacer la carga y descarga en el centro».
Simarro y Horrach coincidieron ayer en la plaza atendiendo cada uno por su lado a los medios de comunicación para explicar su postura ante la polémica.
