Después de más de un año apoyándose en informes técnicos internos que desaconsejaban la reapertura de la piscina pública del parque municipal, ahora el ayuntamiento de Manacor, vuelve a abrir la posibilidad de la concesión como vía más lógica para que la ciudad vuelva a tener una pileta con unos precios y unos horarios fijados y acordados entre una empresa privada y el consistorio.
El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, confirmó en el último pleno municipal que los criterios para volver a abrir la piscina serán políticos y no técnicos. Además de involucrar a todos los partidos con representación en la toma de la decisión final.
«A veces el pleno ha aprobado cosas con informes técnicos desfavorables. Es cierto que internamente nos dicen que hay cosas que requerirán alguna otra justificación», aseveró.
Oliver tuvo que declarar hace unas semanas ante la jueza que lleva el caso para explicar qué pensaba hacer la corporación municipal con la instalación. Todo ello como consecuencia, hace un año y medio, del cierre unilateral de la piscina por parte de la concesionaria Esquitxos de Blavor SL.
La entidad culpó al Ayuntamiento de no apoyar económicamente ciertas mejoras o mantenimientos de la instalación, con lo que antes de que acabaran los años establecidos se llegó a un concurso de acreedores que todavía está por resolver. Aunque la solución podría ser ya cuestión de meses.
Mes de octubre
«Tenemos también informes presentados por nuestro abogado pidiendo una serie de cuestiones, que tendrán una respuesta este próximo mes de octubre. Dependiendo de lo que nos digan podremos disponer de las llaves a principios o a finales de 2023», explicó Oliver.
Eso significa que en el mejor de los casos, el ayuntamiento de Manacor decidirá si reabre como servicio municipal en concesión o en alguna fórmula de alquiler, «o a principios del año que viene, o ya después de las próximas elecciones municipales».
La oposición municipal, por su parte, siempre ha defendido la reapertura del servicio con una implicación municipal explícita: «Celebramos que ahora los criterios vayan a ser políticos. La piscina municipal es una herramienta primordial para escolares, el colectivo de la tercera edad o para personas con necesidades especiales», concretó Jaume Mut, presidente de El Pi en Manacor.
Entre las otras opciones que el consistorio manacorí ha venido manejando los últimos meses está la de alquilar la instalación por meses o por años, la de transformarla en una piscina «para refrescarse y para que los niños jueguen pasando un rato agradable, aunque sin clases de natación como pasa en otras piscinas mallorquinas». O la de virar de rumbo y que la infraestructura pase a tener usos más recreativos fuera del deportivo, lo que pasaría por cubrir la superficie de las dos piscinas existentes y aprovechar las gradas para actos culturales o musicales.
Juzgado de lo Mercantil
El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Palma notificó el 30 de marzo de 2021 al ayuntamiento de Manacor como propietario, la clausura de las instalaciones después de que la empresa concesionaria, Esquitxos de Blavor S.L., se declarara en concurso de acreedores a principios de ese mismo mes.
El Juzgado también notificó al consistorio el cese de la actividad por parte de la empresa, que gestionaba la piscina municipal de Manacor desde el 1997 y a la que le quedaban seis años por cumplir.
