Levantar la estructura de una vivienda en dos días y tener la casa lista en cuestión de cuatro meses. Todo ello es factible gracias a las casas industrializadas y prefabricadas, un «cambio de paradigma» en la construcción que va ganando terreno en la isla, sobre todo, en municipio como Marratxí, Calvià, Llucmajor o Santanyí. Raúl Hinarejos es el CEO de Viraje Arquitectura y Ubiko, un estudio de arquitectura que construye sus propios proyectos con sede en Valencia y Palmanova. Aterrizaron en la isla hace seis años. Concretamente, en Marratxí, municipio en el que han levantado una quincena de viviendas prefabricadas. También, desgrana, han construido unas cinco en Calvià, otras tantas en sa Torrre y ahora empezarán en Santanyí. «Del global, las islas suponen un 45% de nuestra facturación. El sistema gusta mucho», remarca Hinarejos, que destaca el factor de la sostenibilidad a la hora de apostar por una vivienda industrializada: «la reducción de la generación de residuos en algunos casos llega al 65%»