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Kico López Director de la Cooperativa d'Ensenyament Es Liceu

«Las cooperativas de enseñanza son un movimiento que en Balears falta impulsar»

En las islas son pocas las cooperativas de enseñanza, pero López apunta que hay una «sensibilidad especial» por parte del Govern

Kico López, director de la Cooperativa d’Ensenyament Es Liceu.

El 2020 era un año de celebración para Es Liceu por su 40º aniversario, pero el coronavirus redujo al máximo los homenajes. Su director, Kico López, hace aquí un balance del recorrido de esta escuela, una de las primeras en impulsar el catalán en la educación, además de comentar la afectación de la pandemia desde distintas vertientes o la situación en el centro de la FP, una vía educativa en auge a nivel balear.

¿Cómo ha llegado a convertirse usted en el director de Es Liceu?

En el segundo año de Es Liceu ya fui alumno, después monitor de actividades extraescolares y mi primer trabajo ya era aquí. Llevo 21 años en el centro, me formé en un postgrado en gestión de centros educativos y surgió la oportunidad hace unos doce años de ser jefe de estudios, un cargo que ocupé un tiempo, y finalmente hace seis años que soy director. Mis hijos van aquí, mi mujer y amigos han estudiado en Es Liceu… mi vida ha ido ligada a esta escuela.

¿Qué distingue a este centro educativo?

La principal característica es que es una cooperativa de enseñanza, aunque no es la única. Intentamos celebrar estos 40 años de historia y recordar la valentía de los diez jóvenes socios fundadores que se atrevieron a montar Es Liceu a partir de una fábrica en ruinas, y el espíritu de cambio e innovación se mantiene. Con la valentía que tenían era fácil transferir e ir por el camino de la escuela en catalán, el protagonismo del alumnado, la diversidad y no segregar en función de las dificultades.

¿En qué incide ser una cooperativa de enseñanza?

Independientemente de los cargos, las decisiones se toman a nivel de grupo, somos casi 60 socios y las decidimos en asambleas. La mayor parte de trabajadores también son propietarios de esta casa e implica responsabilidad individual. Además, aquí existe una suma de responsabilidades que te hace conseguir el reto que propones.

En Balears no hay muchas cooperativas educativas.

Somos pocas, intentamos luchar por visibilizar nuestra realidad, tenemos vocación de servicio público y nuestra propia identidad. En estos seis años de dirección me he relacionado más con la administración y sé que hay una sensibilidad especial, aunque es un movimiento que en Balears falta impulsar.

La enseñanza laica y en catalán son algunas de las señas de identidad del centro.

El primer año la educación del centro era en castellano pero después se pasó al catalán. Seguimos muy vivos y siempre estamos delante, pero debemos estar alerta porque se puede relacionar con que intentamos ideologizar, y no es lo que buscamos, sino que tenemos claro que luchamos hacia el futuro, pero no perdemos de vista nuestras raíces.

Ha subrayado también el protagonismo del valor inclusivo. ¿Qué importancia tiene integrar alumnos con, por ejemplo, capacidades distintas, con el resto del aula?

El mensaje es claro: todos tienen potencialidades, todos sumamos. Se entienden las realidades individuales y trabajamos en red para avanzar. Esto ha evolucionado, en un inicio se hablaba de integración, de ir a otras escuelas especializadas, pero ahora se ha pasado a la inclusión porque tienen un papel activo en el aula, aportan en función de sus posibilidades y potencialidades.

Como director de una escuela donde también se imparten grados de FP, ¿ha visto algún cambio en los últimos años sobre este tipo de educación? ¿Cree que está más valorada?

Últimamente ha habido temas que han ganado mucho espacio, como la coeducación y la FP. Siempre hemos reforzado la figura femenina como modelo, queríamos potenciarlo, y la coeducación en la sociedad en general tiene una presencia importante. La FP, por su parte, ha evolucionado bastante. Tenemos todos los grados de informática, y casi todos salen con trabajo. Está creciendo y abarcando mucho, trae al mercado laboral continuamente a gente preparada, y da posibilidades de reengancharse en el recorrido académico tradicional.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la enseñanza cooperativa?

Hemos intentado estar cerca de las familias. El ritmo de respuesta no ha sido todo lo bueno que queríamos, hemos hecho todas las horas posibles, pero fueron momentos muy duros a nivel de trabajo y a nivel de familias. Se crean dinámicas que no son convenientes, pero la cooperativa busca estrategias para compensarlo.

Y particularmente, ¿cómo ha afectado a los alumnos?

Los alumnos son héroes y heroínas. Los pequeños se adaptan, pero a partir de 10 o 12 años nos preocupan mucho a nivel psicológico por la mascarilla y las relaciones interpersonales, ya que han aprendido a relacionarse a través de las redes. A nivel psicológico tienen un estrés importante, los problemas relacionados con suicidios se han acelerado en España y nos preocupa.

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