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Vallan la torre dels Falcons de Porto Cristo por el desprendimiento de varias piedras

La dejadez institucional y la falta de mantenimiento dejan en una situación crítica a este elemento patrimonial del siglo XVI - El Ayuntamiento lamenta la confusión sobre qué administración debe hacerse cargo de la necesaria rehabilitación

Imagen de la entrada elevada de la torre, desde donde se han producido los desprendimientos. | S.SANSÓ

La Torre dels Falcons de Porto Cristo, un elemento defensivo y de vigilancia de finales del siglo XVI, vuelve a estar en situación crítica. Durante las últimas semanas, diversas piedras de la puerta elevada de entrada han caído por falta de mantenimiento y conservación, lo que ha obligado al ayuntamiento de Manacor a vallar la zona perimetral por motivos de seguridad. Algunos vecinos de la zona ya habían alertado de la situación, que no sorprende a nadie debido a la dejadez institucional y a la falta de revisiones periódicas para comprobar el estado del elemento patrimonial.

La torre, que está situada sobre el acantilado que lleva el mismo nombre, pertenece administrativamente hablando a demarcación de Costas, por lo que cualquier reforma tiene que ser hecha o expresamente autorizada por este órgano estatal. Y aquí es donde vienen la mayoría de problemas. En el año 2007, hace ya 14 años, el ayuntamiento de Manacor abrió un expediente con una orden de ejecución dirigida a Costas para que acometiese una reforma de la torre o, como mínimo, iniciase los trámites.

Costas aseguró entonces que la rehabilitación tiene que pasar forzosamente por la delegación de Patrimonio del Consell de Mallorca (que también debería hacer un seguimiento de su estado) y añadió que lo que podía hacerse era dar una concesión o bien al Consistorio o bien al Consell para que realizasen la intervención pagando de su propio bolsillo. «De este modo todo se convierte en una partida de tenis en la que no se sabe dónde está la pelota», explica la regidora de Urbanismo y Patrimonio municipal, Núria Hinojosa. «Debería haber una comisión de Patrimonio que trabajase activamente sobre las torres de defensa de Mallorca, y no solo utilizarlas para hacer actos puntuales y encender antorchas», añade.

Algunas de las piedras que han caído desde la estructura. | S.SANSÓ

Aunque algunas de las piedras caídas que han obligado a la Policía Local a tomar medidas son consecuencia directa del paso de los años, está comprobado que otras se han desprendido a partir de actos vandálicos. La directora del Museo de Historia de Manacor y técnica municipal de Patrimonio, Magdalena Salas, explica que se ha hablado con el Consell para «ver qué se puede hacer o si hay alguna línea de ayudas, pero esta es otra… el Ayuntamiento debería crear una nueva plaza de técnico patrimonial a tiempo completo y dotarla, porque hay muchísimo trabajo por hacer».

Proyecto abandonado

Hace unos años se contempló la posibilidad de instalar en el exterior una escalera de caracol metálica que pudiera facilitar el acceso a la entrada situada a unos cuatro metros de altura para así posibilitar las visitas escolares y guiadas para el público en general, a la vez que se evitaría que algunas personas quieran escalar por el elemento patrimonial de manera peligrosa. A pesar de que se trata de un proyecto abandonado, incluso se hizo una recreación virtual.

Como apunte histórico cabe recordar que está documentado que en 1693 en la torre llegó a haber dos vigilantes que se dedicaban únicamente a la observación de las costas próximas del Llevant de Mallorca. Ya en el año 1769 hay constancia de la existencia de un cañón, aunque poco después, con la llegada del siglo XIX, fue abandonada. En 1960 fue reconstruida después de décadas en muy mal estado, una consecuencia directa de la guerra civil española.

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