La próxima construcción de una rotonda en la carretera Ma-11 que enlaza Sóller con SóllerPalma, que costará 833.000 euros, ha suscitado malestar en el valle, ya que en un recorrido de 20 kilómetros los conductores tendrán que sortear hasta nueve glorietas para llegar a su destino.
El proyecto que prevé ejecutar el departamento de Carreteras del Consell de Mallorca prevé la construcción de una rotonda en el cruce de Raixa. Su finalidad será la de mejorar la seguridad en un punto donde confluye la carretera de Sóller con el acceso al hospital Joan March y la urbanización aledaña y, por otro lado, la entrada a la finca pública de Raixa.
La actuación prevé la expropiación de 600 metros cuadrados de terreno por el que se pagarán algo más de 100.000 euros (incluidos en el presupuesto) y la adecuación de dos paradas de autobús, una para cada sentido de la marcha. El proyecto se encuentra actualmente en fase de licitación pública.
La próxima ejecución de este proyecto ha suscitado las críticas de los regionalistas de El Pi, que ha recogido el malestar ciudadano que suscita la futura infraestructura viaria. Según su portavoz, Jaume Bestard, "un recorrido en el que antes se tardaba 25 minutos en hacer, ahora ya se necesitan más de 40", algo que "es totalmente injustificado en tanto que este cruce no tiene tanta peligrosidad para añadir otra rotonda a la carretera".
Y es que Bestard recuerda que tras la última reforma que se realizó en la carretera que enlaza la capital isleña con el valle se construyeron varias rotondas, hasta el punto de que "actualmente un conductor que parte de Sóller ha de superar ocho rotondas, a las que próximamente habrá que añadir otra más".
El edil apunta que "si uno parte desde el Port de Sóller, una cifra que considera totalmente "excesiva" para una carretera como la de Sóller. El Pi considera que añadir otra rotonda "es una barbaridad por innecesaria".
El Pi pone el ojo en algunas actuaciones que tiene pendiente realizar el Consell de Mallorca en la misma carretera "y que hasta ahora no se han hecho pese a ser unos puntos negros a suprimir". Jaume Bestard pone como ejemplo la deconstrucción de la antigua estación de peajes en la boca sur del túnel de Sóller "que supone un peligro evidente a los conductores". Pero para ejemplo paradigmático "de una obra necesaria para mejorar la seguridad de la carretera de Sóller" es, para El Pi, la supresión del tercer carril de acceso a la rotonda del polígono de Son Castelló, un punto donde habitualmente se producen choques entre automóviles.
Bestard recuerda que "inexplicablemente" el Consell adecuó un tercer carril de acceso a esta glorieta cuando en su interior sólo tiene dos, algo que "ha supuesto numerosas colisiones y es un grave punto negro que creó el propio Consell. El Pi exige la subsanación de las deficiencias y que no se construya la rotonda proyectada.
