El departamento de Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca ha ratificado en un nuevo informe recibido por el ayuntamiento de Selva el pasado 29 de junio que la construcción de una rotonda en la salida de la localidad en dirección a Caimari es la "solución idónea para canalizar y mejorar la circulación del tráfico", ya que "de esta manera se evitan los giros directos a la izquierda que actualmente se producen, maniobra especialmente peligrosa en este punto".
De esta forma, el Consell responde a la modificación del proyecto del acceso norte de Selva presentado por el PP el pasado mes de febrero y confirma el informe que realizó en 2018 a favor de la construcción de la rotonda, una infraestructura rechazada por el actual equipo de gobierno del PP, que paralizó las obras iniciadas en la pasada legislatura.
Según el nuevo informe, la rotonda "dará agilidad y seguridad" al tráfico procedente de IncaLlucInca.
No obstante, el alcalde de Selva, Joan Rotger (PP), sigue sin ver clara la construcción de la rotonda y asegura que hay otras alternativas. Rotger explica que en una reciente reunión entre técnicos de ambas instituciones se pusieron sobre la mesa dos soluciones. Por una parte, una intersección en forma de 'T', sin rotonda, que impida el giro hacia la izquierda a los vehículos en sentido a Caimari. Y por otra parte, la posibilidad de construir una rotonda más pequeña que la proyectada.
Más aparcamientos
Rotger se decanta por la primera opción, ya que elimina la rotonda, y asegura que el Consell ha garantizado que informará favorablemente a este proyecto. "De esta forma, el tráfico al cementerio se canalizaría por la calle Germanes Sastre Font, donde además se podrían crear hasta 40 nuevas plazas de aparcamiento", apunta.
Durante el pleno celebrado anteayer, el partido Arrelam solicitó información sobre el coste que tendrá la modificación del proyecto y los plazos de las obras.
En este sentido, el alcalde Rotger asegura que el proyecto deberá ser modificado, aunque si los cambios "no son sustanciales" no será necesaria una nueva licitación. No obstante, desde Arrelam creen que el Ayuntamiento deberá indemnizar a la empresa constructora debido a la paralización de las obras el pasado septiembre.
