Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lletra menuda

Tradición con los pies parados

Las fiestas populares de Mallorca están en plena ebullición. Tanto que la irrupción incontrolada de irresponsabilidades y excesos obliga, pero no se aplica, a parar los pies a algunas de ellas, como lo demuestran los cinco comas etílicos de las caóticas Clovelles de Petra, el sábado pasado.

No se frenan las fiestas peligrosas y en cambio otras, estables, con sentido y consolidadas tienen serias dificultades para sobrevivir o regenerarse. Son los obstáculos intrínsecos a la vida cotidiana. El concurso de pisar uvas de Binissalem está en serio peligro porque trabas laborales de los integrantes de Arròs amb salseta les impiden seguir responsabilizándose de la elaboración del mosto.

Nada que decir, no podemos exigir a nadie que sacrifique lo profesional en beneficio de la fiesta de todos. Sí que podemos decir que es muy cómodo y estamos demasiado acostumbrados a que la fiesta la preparen y asuman los demás. Si Binissalem no encuentra relevo de trepitjadors quizás es porque la fiesta no está asumida como propia de forma suficiente por el conjunto del vecindario. Este es el verdadero pisotón que recibe ahora la Festa des Vermar.

Compartir el artículo

stats