En sa Pobla, hablar de donantes de sangre es hablar de Pau Torrens Mir, Pau Nana. Y hablar de Pau Nana es hablar de una persona popularmente conocida, apreciada y querida por sus gestos de generosidad, por sus iniciativas solidarias y por los muchos servicios prestados al pueblo a través de sus cargos de regidor entre 1964 y 1979 con los alcaldes Pedro Ventayol y Rafael Serra, como vicepresidente de la extinguida Hermandad de Labradores, o sus colaboraciones con Cáritas, entre otras aportaciones.
Payés de profesión por tradición familiar, nació en sa Pobla en el año 1933 y cuenta como vivió todo el proceso de transformación agraria que ha experimentado el campo pobler. "Desde sacar el agua por medio de las norias, al actual riego por aspersión, pasando por los molinos, bombas de émbolo y los motores de explosión a gasolina y gasógeno". De realizar las labores del campo manualmente, a espinazo encorvado y manejando rudimentarias herramientas, a hacerlo todo con los más modernos tractores multiusos y máquinas sembradoras, cosechadoras y trilladoras.
A sus 85 años, nuestro personaje recuerda perfectamente cuando en los primeros años de posguerra, en tiempos de hambre, "venían a sa Pobla ses Vermelletes (religiosas Trinitarias) a buscar productos de nuestras marjales para alimentar a los niños y niñas que tenían a su cargo en el orfanato. Llegaban con el tren y el empleado municipal encargado de la limpieza pública Rafel Moreno las acompañaba con su carro a distintas fincas del municipio donde los payeses les daban patatas y otros productos. "Yo siempre he dicho que sa Pobla tiene un corazón generoso y estoy convencido de no equivocarme", apunta.
La generosidad de los 'poblers'
Preguntado sobre si la generosidad de los poblers y pobleres se manifiesta también en las donaciones de sangre, a Pau, hombre muy emotivo, se le humedecen los ojos y trata de contener las lágrimas, antes de contestar con voz entrecortada: "Como presidente de la Germandat de Donants de Sang de sa Pobla, yo y todos mis colaboradores podemos presumir y estar orgullosos de la generosidad de los poblers y pobleres en este aspecto. Somos el sexto municipio de Balears en número de donantes. Y en cuanto a convocatorias de extracciones, diré que este pasado año 2018 convocamos siete extracciones extraordinarias, todas con una destacada respuesta", afirma orgulloso y convencido.
Torrens muestra su ya amarillento y envejecido carnet de donante y dice: "Mira, el 2 de diciembre de 1974 tuvo lugar la primera jornada de donaciones en sa Pobla y yo dí mi primer medio litro de sangre; fuimos 23 los poblers donantes y ello nos llenó de satisfacción. Desde entonces me entregué con cuerpo y alma a la captación de donantes. En 1978, la Hermandad tributó un homenaje a los donantes poblers por su generosidad en este aspecto."
En todos los temas relacionados con la Germandat de Donants de Sang de sa Pobla, desde hace años Pau Torrens ha contado con un eficiente y entregado colaborador, como es Gabriel Gost Serra, Coronell, que ha participado activamente con absoluta dedicación en las tareas de organización de donaciones y otras actividades. A finales del pasado año, Biel decidió dejar su cargo de colaborador y delegado de los donantes de sa Pobla, "por falta de tiempo que me permita hacerlo con la ilusión, esfuerzo y dedicación que he tenido durante 27 años."
Gracias a la iniciativa e impulso de Pau Torrens, en el año 1992 se inauguró la plaza o paseo Donants de Sang, que transcurre paralelo al Parc de Can Cirera Prim, en un tramo de la calle Fadrins y que en uno de sus extremos se levanta un monolito de piedra. En 1993 se inauguró la calle Donants de Sang al lado de la plaza del alcalde Rafel Serra Company.
Asimismo, de los responsables de la Hermandad Pau Torrens y Biel Gost, surgió la iniciativa de fundar en 1995 una cofradía de penitentes de Semana Santa que lleva el nombre de Confraria de Donants de Sang y que actualmente cuenta con setenta penitentes.
La entregada labor de Pau Torrens dedicada a la captación de donantes de sangre le ha sido justamente reconocida por parte de distintas instituciones, como el Govern de les Illes Balears; el ayuntamiento de sa Pobla, que le otorgó el Escudo de Oro de la Villa; la Fundació Banc de Sang i Teixits y Cruz Roja, entre otras distinciones.
El último reconocimiento lo recibió Pau Torrens durante las pasadas navidades en la iglesia parroquial de manos de las hermandades de Donantes de Mallorca y sa Pobla.
Como regidor inauguró numerosos proyectos necesarios
Durante sus quince años de regidor, Pau Torrens fue el hombre de confianza de los alcaldes Ventayol y Serra. Él empuñaba la vara para representarles en los actos oficiales en que los alcaldes no podían presidir por uno u otro motivo, a la vez que le encargaban gestiones y negociaciones de ámbito municipal con altos organismos.
En los años 70 se llevaron a cabo importantes realizaciones, de las que Torrens destaca el colegio de Can Peu Blanc, el monumento al Payés, el complejo polideportivo, la residencia de ancianos o la ampliación del cementerio. También dio un importante impulso a la cultura popular y al mundo de la canción de trabajo del campo.
