El ayuntamiento de Selva, presidido por el alcalde Antoni Frontera (Arrelam), trabaja en un proyecto para situar un parc verd -un punto de recogida de residuos- en terrenos rústicos de 4.000 metros cuadrados situados entre el trazado nuevo y el antiguo de la carretera que une Selva con Moscari. Ese solar es, actualmente, de propiedad privada.
La ubicación elegida, en el Pasaje de sa Bisbal, ha provocado la oposición de un grupo de vecinos de la zona, que se han constituido en la asociación Grup DepaS (Grup de Defensa del Paisatge a Selva) para denunciar lo que consideran "graves agresiones al medio ambiente" que promueve el equipo de gobierno de izquierdas.
La entidad, que subraya que no se guía por ningún interés político, alerta del impacto paisajístico que ocasionaría una infraestructura de estas características a los pies de la Serra de Tramuntana, en una parcela que, según recuerdan los residentes, está "poblada actualmente por olivos centenarios y grandes algarrobos".
"Se pretende construir una gran solera de hormigón, diversas edificaciones y almacenar residuos varios e incluso peligrosos, además de dotar al parque con iluminación nocturna", sostiene el Grup DepaS, que advierte además de que la nueva instalación causaría más tráfico. Estas afirmaciones son replicadas por el alcalde de la localidad, quien asegura que los únicos críticos con la infraestructura son los vecinos que viven cerca de allí.
"Pero en algún lugar se tiene que poner, y esta parcela está muy bien comunicada con Caimari, Moscari, Binibona y Selva", remarca Frontera. El mandatario municipal detalla que el parc verd ocupará mil metros cuadrados y que el resto del terreno continuará siendo un cinturón verde. Frontera explica que, evidentemente, la instalación estará iluminada, pero sólo en su horario de apertura cuando no haya luz. Niega también que se vayan a levantar naves. "Sólo una caseta para el trabajador", indica.
Suelo rústico
La asociación vecinal argumenta que la normativa autonómica sólo admite la ubicación de estas instalaciones en suelo rústico en casos excepcionales y se pregunta por qué no se han contemplado otras opciones, como pequeños puntos de recogida de basura en cada uno de los núcleos de Selva.
A este respecto, el alcalde responde que el municipio carece de suelo urbano para poder ubicar esta instalación, por lo que sólo existía la opción del terreno rústico. Al mismo tiempo, enfatiza que el Ayuntamiento tampoco puede permitirse sufragar cuatro pequeños puntos de recogida, porque eso implicaría cuadruplicar el presupuesto para tener cuatro trabajadores y otros tantos terrenos.
En todo caso, la propuesta municipal para ubicar en esta zona el parc verd está a la espera de obtener una declaración de interés general por parte del Consell y la correspondiente autorización de la conselleria de Medio Ambiente. El Grup DepaS asegura que continuará batallando contra esta ubicación y otros proyectos, como la construcción de una rotonda a la altura de la salida de Selva en la carretera Ma-2130.
