Desde el año 1998, desfila en las procesiones de Semana Santa de sa Pobla un monumental y original crucifijo, portado a hombros por los penitentes de la Cofradía dels Donants de Sang. Un artístico crucifijo que atesora una enternecedora y apasionante historia. Se trata de una talla de tamaño natural de madera de álamo blanco talado en s’Albufera, esculpida a maza y cincel por José Luis de la Fuente de la Cruz.
José Luis de la Fuente nació en 1940 en Talavera de la Reina (Toledo), en el seno de una familia humilde. Se formó en Madrid como mecánico de aviación militar. A la edad de 20 años fue destinado a la base aérea del Port de Pollença. En una visita casual a sa Pobla conoció en una verbena a la poblera Antònia Ferrá, de Can Xim, que se convertiría en su esposa y madre de su dos hijas.
Instaló su propio taller de herrería y mecánica en sa Pobla y fuera de su horario laboral daba rienda suelta a su pasión, la escultura. Para crear sus formas escultóricas trabajaba la piedra, el marés, el hierro, la madera o el barro. Gracias a su carácter formal, abierto y a la vez alegre y simpático, pronto se ganó la amistad, el aprecio y el respecto de los poblers que tuvieron la ocasión de conocerlo.
Tras haber sido sometido a una operación quirúrgica a corazón abierto, José Luís tuvo un sueño que le trasladó a caminar sin sendero determinado, portando una cruz sobre su espalda. A la mañana siguiente comentó aquel sueño a su familia y decidió hacerlo realidad.
En 1997 esculpió en el taller de carpintería de su amigo Jerónimo Rián una imagen de Cristo en la cruz. La madera elegida para la talla fue la de un hermoso álamo de s'Albufera, mientras la cruz la esculpió en madera de pino. La razón de escoger la madera de álamo para la figura de Jesús crucificado era porque pesa menos que otras maderas y sería más fácil de transportar en los desfiles procesionales.
Donación
Una vez acabada la escultura, José Luis y su familia donaron el crucifijo a la Cofradía dels Donants de Sang, fundada el año 1995 por iniciativa de Pau Torrens y Gabriel Gost. El crucifijo salió en los desfiles procesionales de Semana Santa de 1998 y desde entonces es conocido como el Sant Crist de la Sang. Tres de sus cofrades lo portan cada año en las procesiones de Semana Santa. El propio José Luís de la Fuente y sus hijas María Magdalena y Emilia y su nieto Julio, fueron portadores del mismo.
Un año después, José Luís concibió la idea de construir una capilla que acogiera dignamente aquella imagen para evitar que permaneciera arrinconada durante un año en una cochera, como se hace con los pasos de las cofradías. Él mismo construyó la capilla en la hermosa finca-propiedad de la familia denominada Son Garreta, cercana a las Cuevas de Campanet y que en 1999 fue bendecida por el entonces párroco de sa Pobla Miquel Mulet Bujosa.
Seis años después, el día de Todos los Santos de 2005, José Luís de la Fuente de la Cruz fallecía tras una larga dolencia renal, habiendo visto hecho realidad aquel sueño que le apareció poco después de que hubiera sido sometido a una operación quirúrgica a corazón abierto.
Capilla
Cuentan la viuda y las hijas de José Luís que en la capilla de Son Garreta se han oficiado bodas, comuniones y celebrado otros eventos familiares, al tiempo que manifiestan que la misma está a disposición de quien desee celebrar algún que otro acontecimiento religioso. Asimismo lamentan que estos últimos años, la cofradía dels Donants de Sang solo saca el crucifijo en la procesión del Viernes Santo y no en la del Jueves, como venían haciendo desde que les fuera donado.
Biel Gost, secretario de la cofradía, aclara que optaron por sólo sacarlo el Viernes Santo, debido a la falta de portadores, dado que los que lo portaban habitualmente deseaban ver una de las dos procesiones y eligieron sacarlo en la del viernes.
