Otro aliciente para aprovechar y controlar

Con un potencial envidiable, Petra tiene aparcada su gestión turística en el atasco de la apatía anárquica. Ahora se suma al boom de los hoteles boutique para superar la baja oferta de un micro establecimiento pionero y, eso sí, mucho alquiler vacacional. La delantera cogida por Can Buscaret le permite promocionarse como el gran casal que no es, después vendrá el eterno candidato de Can Fiol que reúne estas condiciones y más o Can Fluixà con vínculos familiares que centran muchas miradas. Esperan otros, para cuando regulen proyectos.

Es un aliciente para aprovechar. La inversión foránea ha sabido captarlo. Hospedarse en Petra todavía será más atractivo si el Ayuntamiento logra domesticar ciclistas, se convence de que las plazas son de todos o hace el pequeño esfuerzo de quitar hierbas de los jardines. Pedir un plan integral de turismo quizás es demasiado.

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