El departamento de Comercio del ayuntamiento de Calvià vuelve a estar en el punto de mira por la queja de una de sus trabajadoras. De igual forma que un exinspector de este departamento presentó una queja formal por lo que consideraba un trato desigual en los controles a locales, una auxiliar administrativa ha solicitado un cambio de destino. Esta funcionaria interina asegura que ella y otras de sus compañeras han sido objeto de "violencia psicológica".

En el escrito registrado el mes pasado, la trabajadora llega a afirmar que los responsables de esta área tienen establecido un "estado policial", que incluiría, siempre según su versión, la realización de "seguimientos" a los trabajadores del departamento cuando estos salen por ejemplo a desayunar o, incluso, una vez finalizada la jornada laboral.

Versión municipal

Ante estas acusaciones, el ayuntamiento de Calvià informó ayer de que, como en el caso de las quejas trasladadas por el exinspector de Comercio, se está instruyendo actualmente un expediente de información reservada, del cual se encarga un funcionario-instructor, al que corresponde indagar en el asunto.

Fuentes municipales agregan que las acusaciones de la funcionaria interina "están siendo confrontadas" con informes de otros empleados que "contradicen totalmente sus afirmaciones". Asimismo, señalan estas fuentes, en este caso ya hay funcionarios que han anunciado su intención de iniciar acciones legales contra esta empleada municipal de Calvià.

Trato desigual

En su escrito, ella detalla una serie de vicisitudes que experimentó durante el tiempo en que ha estado destinada como auxiliar administrativa en el departamento de Comercio, donde, dice, se responsabilizó de atender las solicitudes de los mercados anuales de la temporada de 2019.

De su experiencia con estos trámites, la funcionaria interina sugiere que sus superiores directos no daban el mismo trato a todos los mercaderes interesados en la convocatoria.

Menciona en este sentido un caso concreto, según el cual una resolución oficial autorizó la solicitud de un feriante a pesar de que en su expediente no constaban documentos requeridos en la convocatoria oficial del Ayuntamiento.