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El olivo mallorquín renace en Raixa tras sufrir un retroceso en las últimas décadas

El proyecto cuenta con el apoyo financiero del impuesto sostenible, que le dedicará 250.000 euros

La iniciativa parte del Consell y de la DO Oliva de Mallorca. j. mora

El Consell de MallorcaConsell de Mallorc y la Denominación de Origen Oliva de Mallorca han dado luz verde a la creación de un banco de germoplasma vivo en la finca de Raixa que servirá para revitalizar el cultivo de la variedad mallorquina del olivo. El proyecto cuenta con el apoyo financiero del impuesto sostenible, que le dedicará una partida de 250.000 euros.

La finalidad del proyecto es la de preservar la variedad mallorquina del olivo, en tanto que su cultivo ha experimentado un retroceso en las últimas décadas debido a la introducción de otras subespecies que generan mayor producción, como la arbequina o la picual. El proyecto también tiene una clara vocación de recuperar el paisaje agrario perdido en una de las posesiones más emblemáticas de Mallorca como es Raixa.

Ya el cardenal Despuig fue un gran valedor y defensor del paisaje agrario por considerarlo una extensión de los famosos jardines, a los ojos del espectador, mientras pasea por los caminos y se detiene a contemplarlo en alguno de numerosos miradores construidos con este fin.

El Consell de Mallorca, explicó su vicepresidente Jesús Jurado, quiere que la finca sea un lugar donde se pueda contemplar el proceso completo de la producción agrícola de aceite de Mallorca y, por ello "pensamos que a través del impuesto de turismo sostenible es una buena vía para conseguir una financiación adecuada para recuperar espacios como el antiguo olivar". "Hacía mucho tiempo que intentábamos preservar la variedad mallorquina, ya que hacía más de 150 años que no se realizaba una plantación de estas características", afirmó Miquel Gual, presidente de la DO, quien manifestó su agradecimiento al Consell y a la Universitat por haber apoyado un proyecto mediante el cual se recuperará el antiguo olivar de Raixa y se estandarizará la creación nuevos árboles de esta misma variedad.

El espacio objeto de intervención es una zona de 'marjades' antiguamente cultivadas donde todavía hoy quedan algunos olivos y acebuches más o menos alineados y alternados con la presencia de algunos ejemplares de algarrobos.

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