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La fachada de la Torre dels Enagistes vuelve a lucir tras meses de restauración

El proyecto, financiado con 105.000 euros por el Ayuntamiento, pasa a rehabilitar ahora los laterales y la zona interior

Vista de la fachada con la única puerta de entrada con la que cuenta el recinto. s. sansó

La fachada principal de la histórica Torre dels Enagistes de Manacor, actual sede precisamente del museo de Historia de la ciudad, vuelve a lucir en todo su esplendor tras meses de trabajos de rehabilitación, centrados sobre todo en consolidar aquellas partes que corrían un riego de desprenderse, cambiar el mortero en zonas estratégicas, atajar y corregir las humedades causadas por el tiempo o sustituir las piedras huecas o desgastadas.

Se trata de un proyecto de 105.000 euros de coste que está siendo financiado íntegramente por el ayuntamiento de Manacor, fuera del presupuesto de 2018 pero dentro de las denominadas inversiones sostenibles procedentes del remanente.

Según explica la concejala de Turismo y Cultura, Antònia Llodrà, en estos momentos y una vez finalizados los trabajos en la fachada de entrada del conjunto histórico, "se ha procedido a montar los andamios en los laterales del edificio para seguir con el proceso". Una ruta de restauración que continuará después por el interior de la sala de exposiciones, con zonas muy afectadas por humedades y la posterior rehabilitación, en una segunda fase, de la cubierta del almacén donde se guardan las piezas del museo no expuestas.

El Ayuntamiento remarca que era importante frenar la degradación de uno de los conjuntos patrimoniales más representativos del municipio, catalogado desde hace décadas como Bien de Interés Cultural (BIC), y cuya última restauración está fechada de 1985 cuando un taller de herreros, carpinteros y especialistas en trabajos en piedra logró devolver una imagen lo más fiel a la original posible de la Torre dels Enagistes de los siglos XIII-XIV.

Desde hace más de tres décadas los únicos trabajos han sido de restauración puntual, sin combatir el principal problema que ha hecho que la fachada empezara a ceder: las numerosas filtraciones de agua en el marés, provocadas por una mala recogida del agua de lluvia que hacía que se vertiera todo el caudal sobre el muro de la entrada, lo que además había provocado hongos.

Ahora se aprovecharán los trabajos para mejorar a su vez la instalación eléctrica tanto de la sala de exposiciones temporales superior como de las demás dependencias del museo, para poder aumentar así la iluminación de los paneles informativos. Llodrà espera que los trabajos puedan estar listos entre los meses de octubre y noviembre de este mismo año.

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