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Max González: "Cuando pones el corazón en lo que haces, todo fluye de otra forma"

El entrenador de perros insiste en que para comenzar a educarlos es preciso también educar a los amos

Max acaricia a Apolo durante la clase de adiestramiento que ofreció durante la entrevista. J. Florit

El entrenador nos recibe en su escuela, trabajando. Desarrolla una clase individual con Apolo, un cachorro pastor alemán, y su propietaria.

¿Cómo surge la idea de crear una escuela para perros?

Desde pequeño he tenido perros y su educación, así como los ejercicios de obediencia avanzada y el trabajo deportivo con ellos, era una actividad que siempre me había interesado. Hace unos nueve o diez años decidimos crear con un compañero, Israel, esta escuela a la que pusimos Maxis K9, que surge de la conjunción de mi nombre Max, y el de mi socio. Después él se retiró del negocio y yo decidí tirar adelante en solitario con la escuela. Y lo de K9 viene de que leído en inglés suena como canino.

¿Profesionalmente siempre se ha dedicado a esto?

No, los perros siempre han sido mi pasatiempo y mi pasión, aunque en realidad yo viene a Mallorca en el 2001 para trabajar de instalador de Pladur. Tenía mucho trabajo e incluso llegué a hacerme autónomo y tener empleados, pero el tema de los perros me atraía y decidí dedicarme a ellos plenamente. Estuve un año trabajando en un centro canino y también hacía adiestramientos particulares hasta que vi que daba para montar un negocio propio. Era justo al principio de la última gran crisis.

¿Qué formación se requiere para educar a perros?

He asistido a seminarios y tengo cursos, aunque creo que en todo este mundo en realidad no hay nada escrito. Me refiero a que cada perro es diferente y es, al final, la experiencia la que te da la capacidad de saber sentir al perro, ver dónde te has equivocado, saber rectificar, conseguir meterte en su cabeza para saber qué piensa.

¿En qué consisten las instalaciones?

Básicamente lo que se necesita es un terreno para poder hacer las clases individuales y con más espacio para las grupales. También hago de criador esporádico. Aquí puedo desarrollar las clases de la escuela y mis entrenos para las competiciones deportivas a las que me presento con perros de raza pastor alemán. Son unas competiciones reguladas IPO, que son las siglas en alemán que se traducirían en algo así como rastro, obediencia y protección - defensa.

Ah, ahora caigo que cuando le oí dar órdenes a Apolo, yo no pillaba nada...

Sí, eran en alemán. Pero también pueden ser en otro idioma, normalmente en el que le hablará su propietario. Yo a mis perros, al prepararlos para las pruebas IPO, lo hago en alemán y por costumbre ya me sale así. Lo importante es que sean palabras cortas, sencillas, enérgicas, concisas... que el perro se acostumbre a ellas y reconozca su significado.

¿A qué tipo de tipo de clientes da servicio?

La gente viene por la buena fama que tenemos. No hacemos publicidad sino que los que piden para venir a clases es porque han sabido de nuestros servicios por el sistema del boca-boca. Normalmente vienen propietarios de perros que tienen problemas con su mascota: que tiran mucho de la correa, que necesitan modificar la conducta... Lo que quiere el público son resultados visibles. De hecho, ves a los propietarios y ya puedes predecir cómo son sus perros... Los alemanes, por ejemplo, son muy disciplinados, comprometidos y cumplidores. Como amos de mascotas quieren que su perro lo sea y no ladre sin motivo, que no haya ningún riesgo, que sepa comportarse correctamente.

¿Se ha encontrado con algún caso que haya dado por imposible?

Yo simplemente doy la llave para que el propietario pueda abrir la puerta de la educación de su perro. Aquí formamos un equipo con el animal y su amo. Formamos tanto al perro como al dueño. Me he topado con diversos casos en los que no ha funcionado, no por el perro, sino por dueño. Si resulta que es una persona cerrada, que no se comporta, que no lo trabaja en su casa, de nada sirve hacer unas horas aquí. Se debe partir de la base de que puede haber perros que tienen agresividad congénita, los hay que son de razas poderosas. A partir de ahí y aceptado este punto de partida, vamos a ver qué podemos hacer, en qué podemos trabajar para sacar el máximo partido al perro.

Habla con mucha pasión hacia ese deporte de competición.

Sí, es que entrenar un perro que ves que tiene potencial es apasionante. Las competiciones IPO son muy exigentes. Un perro, para que encaje, ha de tener unas cualidades muy punteras, son como los Fórmula 1 de los perros. Ahora acabo de participar en el Campeonato de España que se celebró en Zaragoza y hemos ganado un premio.

¿Qué otros proyectos tiene para el futuro próximo?

Estoy muy satisfecho de lo que hemos conseguido hasta ahora, pero mi cabeza siempre es un hervidero de ideas. Vivo esto con pasión y esta calidad de vida no tiene precio. Ahora estamos preparando un texto para completar más el modelo del RCPU. Estamos preparando un nuevo grado 1 con pruebas de mayor dificultad para obediencia avanzada, con ejercicios que combinen diversión y dinamismo.

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