Doscientos veinte senderistas venidos a Montuïri desde todos los puntos de la isla (de forma particular o pertenecientes a asociaciones) presenciaron la salida del sol desde el Puig de Sant Miquel, a las 6.20 horas de ayer. Puntuales a la hora programada, la comitiva había salido desde el aparcamiento del museo de Son Fornés a las 5.15 horas para recorrer, por el camino de ses Rotes, los cuatro kilómetros que les separaban hasta la cima.

De esta forma comenzó la celebración de la 'diada' de Sant Bernat Menthon, patrono de los montañistas, que estuvo organizada por el Ayuntamiento, s'Esbart des Pla de Montuïri y Arreplegada de Grups Excursionistes de Mallorca. Evento que, según Joan Carles Palos, nació hace década y media. Ejercició de guía Guillem Nicolau, de s'Esbart des Pla.

La misa en honor a Sant Bernat fue oficiada en la explanada del Puig, al aire libre, junto al santuario de la Mare de Déu de la Bona Pau, patrona de la villa. Estuvo presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y concelebrada por Antoni Riutord, rector de Montuïri y Pere Orpí, el "sacerdote oficial de la fiesta de Sant Bernat Menthon" desde hace quince años, quien recitó el himno de Montuïri que compuso cuando era su párroco.

Tras la exposición toponímica del historiador y miembro de s'Esbart des Pla, Francesc Canuto, y la visita a la capilla del santuario donde se hallan las imágenes de la Virgen y de Sant Miquel, se inició el camino de regreso.

A las nueve, ya de vuelta y en mismo punto de origen, los participantes departieron una berenada mallorquina (ofrecida por el Ayuntamiento) a base de pa amb oli, sobrasada, queso, coques de trempó y pimientos asados, albaricoques, vino, agua y dulce. Finalmente, y asesorados por la arqueóloga Paula Amengual, visitaron el museo y yacimiento prehistóricos de Son Fornés.

Paz y belleza espiritual

En sus intervenciones durante la celebración eucarística, el obispo de Mallorca tuvo palabras dedicadas al valor del excursionismo: generosidad, solidaridad, esfuerzo, sentido espiritual, respeto al medio ambiente, amor a la tierra, corresponsabilidad; e hizo hincapié en "la paz y belleza que hemos podido disfrutar subiendo hasta aquí".

Expuso la metáfora del árbol plantado en la cima de la montaña. Indicó que "nosotros, también, debemos hacer que la semilla que sembramos en nuestro entorno crezca en buenas condiciones, que fructifique al mirar a los demás y descubrir en ellos lo bueno que llevan dentro".