Ellos son los encargados, los elegidos a modo de grupo especial, de mantener el orden y la limpieza de todo un pueblo, simplemente con la palabra y la información como armas principales. Se hacen llamar la Patrulla Verde y este año se ha nutrido de alumnos de segundo de educación primaria del colegio público Pare Bartomeu Pou.
Aprovechando la llegada del buen tiempo, han vuelto a salir estos días por las calles de Algaida para velar por las prácticas cívicas, y fomentar la convivencia ciudadana con el objetivo final de conseguir tener un municipio más limpio.
Esta campaña está dirigida a la población en general, pero con el fin de darle más repercusión y a su vez concienciar a los niños del municipio sobre la importancia de tener buenas pautas de comportamiento para convivir en sociedad, se ha creado esta peculiar patrulla infantil, un proyecto que se llevó a cabo por primera vez el año pasado.
En esta ocasión el grupo ha dejado papeles de aviso a todas aquellas actuaciones vecinales que han considerado vulneraciones de la convivencia cívica, advirtiendo a los ciudadanos implicados que habían sido multados "por no cumplir una de las ordenanzas municipales de tu municipio".
Pintadas en las paredes, coches mal aparcados o excrementos de perros, entre otras lindezas, no han escapado a sus ojos atentos y han sido algunas de las vulneraciones más recurrentes.
"Tras la experiencia del año pasado hemos querido que la patrulla tenga continuidad, porque aparte de concienciar y hacer visibles las buenas prácticas cívicas para todos, pensamos que hacemos que los más pequeños del pueblo tomen conciencia sobre la importancia de respetar las normas básicas de convivencia", explica el concejal de Medio Ambiente, Gabriel Vidal.
Los integrantes de este particular grupo de vigilancia, también han estado entrevistando a diferentes vecinos del municipio para conocer cuáles son exactamente sus prácticas para contribuir al civismo.
