El asunto de la ya hace tiempo urgente Escola Nova de Campos se ha vuelto viejo a fuerza de inoperancias y esperas. Es un edificio virtual que, de llegar a levantarse, lo hará en el pasado mientras los escolares aprenden en barracones la ineficacia de la Administración.
Lo último que se sabía de la escuela es que iba a levantarse junto al Ecobarri abandonado antes de estrenarse, muy cerca de la residencia de ancianos. Son unos extensos solares que el segundo Govern Antich pagó a precio de Son Vida para hacer viviendas sociales en el Campos plagado de promociones urbanísticas invendibles. Las deudas han paralizado lo público y lo privado. Si los escolares de hoy llegan a gestores públicos y hacen lo contrario de los actuales, es posible que sus hijos tengan Escola Nova.
