Resulta muy complicado, demasiadas veces imposible, que las administraciones públicas y los concesionarios de servicios que se relacionan con ellas establezcan su entente sobre la transparencia y la claridad. Hay pocos progresos en esta línea, más bien se constatan retrocesos, porque se confirma una y otra vez que los cosas opacas y confusas cuelan hasta que alguien las denuncia.
Laconcesión del polideportivo Es Pinaró de Son Servera queda en entredicho porque existen indicios suficientes para pensar que el adjudicatario no ha cumplido con la adquisición de todo el material deportivo comprometido y además, ha esquivado el pago del IVA.
Antoni Cánovas delata el hecho y el gobierno viene a decir que, a lo mejor, convendrá revisar lo hechorevisar lo hecho. Reacción por denuncia y no por convicción ni voluntad expresa de velar para que las cosas se hagan siempre bien. Por desgracia, la escena es demasiado conocida.