La primavera es una explosión de color y acercándose Sant Joan se incrementa con la recogida de los frutos. los puestos de los payeses eran ayer una auténtica explosión de color en el mercado del Dijous de Inca. Albaricoques y cerezas -como reza la popular canción mallorquina- son las viandas preferidas o al menos las que copan más metros en los lineales de venta, pero no le van a la zaga melones y sandías que empiezan a ser locales. Se ven apetitosas naranjas y dando los necesarios toques verdes a tanto color cálido se pueden adquirir calabacines y pepinos, que están en plena temporada. Volviendo a la canción: "bona vianda".
Las sandías híbridas de Gabriel Martorell
El mostrador de los payeses era una explosión de color.
Los hermanos Martorell de Inca, Gabriel y Pep, son veteranos del mercado del Dijous. Empezaron vendiendo manzanas que cultivaban en su huerto de es Rasquell pero han acabado por comercian con todo tipo de frutas. Ayer sorprendieron a sus clientes con sandías híbridas. Según cuenta Gabriel "se trata de un injerto sobre calabaza", a lo que no sé si prestar mucho crédito. No obstante, doy fe que de su buen aspecto.
Se endurecen las inspecciones sanitarias a los vendedores
Los vendedores de alimentos procesados o conservados han visto esta semana como les han visitado los inspectores de Sanidad. Y es que las exigencias se han endurecido, especialmente con la llegada de los calores del verano. Joan Bernat, vendedor de salazones, explicaba ayer que para vender bacalao, como toda la vida ha hecho, ahora necesita un expositor refrigerado. Con las cosas de comer, mucho cuidado.
