Tras la entrega del diploma como fiesta de interés cultural esta pasada semana por parte del Consell, la iglesia del claustro de Sant Bonaventura de Llucmajor volvió a quedarse pequeña para asistir un domingo de Pascua más al tradicional Sermó de l´Enganalla, donde recitador y organista tratar mútuamente de engañarse intentando terminar con el acto antes de que el otro se dé cuenta y haga lo mismo.