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Los afectados por una finca defectuosa denuncian la pasividad judicial

Una comunidad de vecinos de Andratx lleva años intentando que se cumpla una sentencia

Los aparcamientos de la finca también están apuntalados.

Los vecinos de las fincas número 10 y 10-A de la calle Joan Riera de Andratx han denunciado la pasividad judicial ante el incumplimiento de una sentencia por vicios de construcción en sus casas, un fallo judicial dictado hace cuatro años y que ordena la realización de unas costosas obras para subsanar esos defectos.

Las discrepancias para ejecutar la sentencia se centran precisamente en el alcance de esas reparaciones, que algunos de los condenados por sentencia judicial firme tratan de minimizar.

Según los afectados, uno de los demandados quiere hacer las obras con un presupuesto del viente por ciento de la cantidad que el juzgado calculó, gracias a informes periciales independientes, hace más de un año.

La comunidad se opone a esa solución y ha elaborado un proyecto de reforma que quiere sea aprobado por el juzgado de primera instancia 17 de Palma, encargado del caso. Los vecinos incluso han obtenido ya la licencia de obras, que serían costeadas por los responsables del desaguisado.

Los afectados aseguran que los desperfectos en su finca se están agravando con el paso del tiempo: "El edificio continúa moviéndose, las baldosas y azulejos siguen saltando y aparecen nuevas grietas". Algunas partes de la finca, donde residen 39 familias, llevan apuntaladas más de dos años por consejo de los expertos.

Los vecinos aseguran estar desesperados y no descartan ejercer otras acciones contra los responsables de la situación.

Falta de armado en la solera

La comunidad de propietarios ha dirigido numerosos escritos al juzgado instándole a que se cumpla la sentencia en los términos dictaminados por los peritos judiciales, que alertaron de falta de armado en la solera, uno de los principales defectos.

Para acreditar ese vicio, los afectados han remitido al juzgado un reportaje fotográfico de la finca, donde, según ellos, se demuestra que las grietas han crecido en los últimos meses.

Mientras las obras siguen sin ponerse en marcha, el expediente judicial no se ha parado y en él vecinos y condenados mantienen un frecuente intercambio de escritos que han dado lugar a una cascada de recursos.

El pleito ha dado pie a la emisión de varios informes periciales, que discrepan sobre las causas y remedios de los vicios de construcción y que las partes exhiben en apoyo de sus tesis, pese a la firmeza de la sentencia. La comunidad pide que se cumpla ese fallo en su integridad.

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