El Dijous Bo de este año ocupa unos ocho kilómetros lineales de exposición. Toda esta extensión será revestida con más de 500 puestos de venta. Éstos corresponden a artesanos, feriantes, oenegés y empresas. El centro de la ciudad volverá a estar ocupado por la muestra tradicional. Las paradas son de ambientación payesa y así visten los vendedores. Para solucionar los problemas de aparcamiento se usará toda la antigua travesía de la carretera de Palma. La calle Jaume II y el tramo entre las rotonda de la carretera de Sineu y la de Sencelles serán usados para estacionar en el centro de la calzada. La circulación se efectuará por los viales laterales. Ayer se llevó a cabo la presentación oficial de la feria en la antigua casa de Can Campos, cuya propietaria la prestó para el evento. El alcalde, Virgilio Moreno, explicó que "se ha hecho así para destacar el carácter hospitalario de la feria, para incidir en que el día del Dijous Bo abrimos la ciudad a todos los visitantes".
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