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Binissalem

Alertan del peligro de las conexiones fraudulentas a la red por parte de feriantes

Un estudio constata que solo el diez por ciento de los vendedores cumplen con la normativa y que la mayoría realiza la instalación por su cuenta y riesgo

Ejemplo de mala conexión por parte de diversas instalaciones.

Una empresa eléctrica de Binissalem ha puesto el grito en el cielo sobre el fraude existente en las conexiones a la red eléctrica por parte de numerosos feriantes que visitan la localidad con motivo de las fiestas populares, una práctica que "es altamente peligrosa" y que podría desembocar en alguna desgracia personal similar a la ocurrida en Bunyola hace un año, cuando un joven murió electrocutado al apoyarse en una farola defectuosa.

Rafel Navarro, técnico especialista en instalaciones eléctricas y representante de la citada empresa, asegura que un estudio realizado con motivo de las pasadas fiestas del Vermar de Binissalem ha detectado que únicamente el diez por ciento de los feriantes cumplen con la normativa existente en esta materia, mientras que un 30 por ciento no cumplen ni con la instalación ni con el boletín que deben entregar a las autoridades y un 60 por ciento realizan la conexión de forma defectuosa aunque disponen del boletín. Asimismo, un sesenta por ciento de ellos no tienen contrato de suministro y un ochenta por ciento realizan la instalación por su cuenta y riesgo, cuando la legislación estipula que debe hacerla una empresa autorizada.

Cables en el suelo

"Si las instalaciones se realizasen según la normativa vigente de baja tensión no habría problema, pero muchos de ellos entregan la documentación de forma correcta y luego no se corresponde con la instalación que realizan", apunta el técnico. Muchos de los feriantes conectan sus casetas a la red eléctrica sin respetar la normativa, con cables en el suelo, cuando la legislación obliga a situar el cableado a una altura de dos metros y medio. Además, muchos empalmes están "mal hechos" y dejan las cajas eléctricas destapadas. "El peligro está en el voltaje, a partir de 50 voltios puede morir una persona, y de hecho en 2014 un feriante estuvo a punto de electrocutarse", añade. "Si por mala suerte pasa un niño y toca el cable, y encima llueve, la tragedia está asegurada", advierte.

El técnico electricista que ha realizado el estudio, que también habla en nombre de la patronal Asinem, reclama una mayor implicación de la administración y de la asociación de feriantes para atajar una problemática que supone un peligro público importante.

Por su parte, el teniente de alcalde José Fernández explica que el Ayuntamiento "no entra en si las conexiones son fraudulentas o no porque es un contrato entre el feriante y la suministradora" y señala que la función municipal es la de vigilar si los cables extendidos entre el puesto de venta y el punto de conexión estén "en buenas condiciones". Fernández asegura que este año se ha impedido a dos feriantes instalar sus casetas porque "no reunían la documentación necesaria". El consistorio de Binissalem siempre avisa a los vendedores que deben contratar su propio servicio eléctrico.

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