El ayuntamiento de Calvià atribuye a la conselleria de Salud del Govern y al Colegio de Farmacéuticos de Balears la responsabilidad de que en el municipio no haya ninguna farmacia de guardia en horario nocturno durante la temporada baja. La falta de una botica abierta por las noches en un municipio que supera los 50.000 habitantes ha generado críticas de la oposición socialista y de asociaciones vecinales. En la actualidad, los vecinos deben desplazarse a la farmacia de Portopí en el caso de que necesiten un medicamento a esas horas.
En una respuesta entregada al Grupo Municipal Socialista y firmada por la teniente de alcalde de Servicios Sociales y de Sanidad, Cristina de León (PP), el equipo de gobierno sostiene que tanto la Conselleria como el Colegio Oficial "determinaron no mantener ninguna farmacia de guardia en horario nocturno en los meses de invierno en la zona".
Para ello, de acuerdo a lo que se puede leer en la mencionada respuesta plenaria, ambas instituciones se ampararon en dos argumentos, básicamente.
Para empezar, según esta versión, el departamento autonómico informó al Ayuntamiento de que la decisión para fijar turnos de guardia en los municipios se basa en la "estadística de ventas de medicamentos en horario nocturno".
Media de dispensaciones
En el caso de este municipio de Ponent, el estudio reveló que las ventas eran "casi nulas" en invierno. De hecho, fuentes farmacéuticas informaron en su día de que la media de dispensaciones en esta franja horaria apenas llegaba a una al día.
Junto al ínfimo nivel de ventas, el otro argumento que se esgrime desde las instituciones se basa en afirmar que si alguien necesita un medicamento por la noche de forma urgente siempre se lo pueden suministrar en el centro de salud. Calvià cuenta con un único Punto de Atención Continuada (PAC) -abierto las 24 horas del día-, que está situado en la localidad de Santa Ponça.
Ante este escenario, la oposición municipal socialista recordó en sesión plenaria que les han llegado testimonios de personal que trabaja en centros de salud. Estos trabajadores les han contado cómo "hay personas mayores que tienen que coger un taxi a altas horas de la noche para llegar a la farmacia de guardia más cercana, que es la ubicada en Porto Pi Centro".
El procedimiento
El Colegio es el que se encarga cada año de proponer los servicios de urgencia en los municipios, que después tienen que ser aprobados por la propia conselleria de Salud, en un trámite en el que el Ayuntamiento también debe emitir un informe al respecto.
La normativa autonómica que regula los horarios mínimos (real decreto 92/2000) establece que cada zona farmacéutica (y Calvià lo es) debe contar con una oficina abierta durante la noche, aunque también contempla la posibilidad que, por cuestiones organizativas, se agrupen los servicios de urgencia de varios municipios o zonas, lo que podría explicar la situación actual.
