La fiscalía Anticorrupción ha constatado que el local donde se grabó el vídeo de la colocación de la droga recibió constantes visitas de la Policía Local para efectuar inspecciones. El propietario del negocio, de nacionalidad británica, mantuvo una reunión con el jefe de la Policía Local y le anunció que existía este vídeo. También estaban presentes, además del abogado del empresario, el letrado del Ayuntamiento, el director de comercio, el gerente de este departamento y el vicealcalde de Calvià. Navarro mantuvo que se trataba de un simulacro y no de un registro real.

Sin embargo, después de producirse esta reunión, que no tuvo ningún resultado, el local de ocio recibió en pocos días hasta 18 inspecciones. De hecho, cada semana aparecía varias veces la Policía Local de Calvià para solicitar al propietario que mostrara los permisos municipales que le autorizaban a mantener abierto el negocio. El empresario ha denunciado un acoso policial, ya que ha averiguado que otros locales, de las mismas características que el suyo, no recibían estas constantes visitas de inspección que encabezaba la Policía Local de Calvià.

Los investigadores han constatado también la relación de José Antonio Navarro con una gestoría que se encargaba de dar de alta laboral a empleados de locales de ocio del municipio Calvià.